PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 9 de septiembre de 2015
Queridos hermanos y hermanas:
Esta mañana reflexionamos sobre la íntima relación que hay entre la familia y la comunidad cristiana: la Iglesia es una familia espiritual, casa de los que creen en Jesús y viven según sus enseñanzas, y la familia, una pequeña Iglesia doméstica, escuela de amor a Dios y al prójimo.
De los grandes eventos de la historia del mundo sólo queda el recuerdo en los libros. La historia de los afectos de las personas, en cambio, se conserva en el corazón de Dios y se inicia en la familia. Esa es la historia que cuenta. Y así lo experimentó Jesús, Hijo de Dios, que nació en una familia y en ella, por 30 años, aprendió la condición humana, en la sencillez de una dura vida de trabajo, en una aldea insignificante. Cuando inició su vida pública, quiso formar a su alrededor una comunidad, una “Asamblea”, una con-vocación de personas: quiso la Iglesia. No la quiso como una secta para privilegiados, sino como una familia hospitalaria, una casa donde todos, sin exclusión, fueran acogidos y amados. Es indispensable, pues, que la Iglesia y la familia caminen juntas como testigos de la comunión de amor, cuya fuente última es Dios mismo.
Saludos
Saludo a los peregrinos de lengua española, a todos los grupos provenientes de España y de otros países latinoamericanos, en particular al grupo de la Academia Superior de la Policía de Colombia. Roguemos al Señor, por intercesión de María, Madre del Buen Consejo, que renueve y fortifique con su gracia el vínculo entre la familia y la comunidad cristiana, para que sigan ofreciendo esperanza y alegría a nuestra sociedad actual, que a menudo no les da el valor suficiente. Muchas gracias.
Fuente: https://w2.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2015/documents/papa-francesco_20150909_udienza-generale.html