Desde la fe en Jesús se construye la Iglesia y se predica el Evangelio
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo que lleva los mejores deseos de paz y bien y de manera especial en esta semana en la que estamos siendo invitados por Jesús a caminar en fe. Él es el Mesías, el Hijo de Dios. De su corazón nace la nueva comunidad, la Iglesia que se funda en Pedro, la piedra, punto de referencia en la vivencia de la fe.
Sobre Pedro, sobre su amor, su testimonio y la entrega de su vida la comunidad apostólica se sentirá fortalecida y se irá edificando cada día desde la enseñanza de Jesús, la predicación del Reino y el amarnos los unos a los otros. Pedro se hace la voz que predica a Jesús, que profesa la fe en el mesianismo y en el cumplimiento de las promesas de Dios en Jesús su hijo amado. Pedro será también anuncio de la Buena Noticia de Dios en medio de la humanidad.
La percepción que se tiene sobre Jesús es fundamental ya que desde las convicciones con las que lo sigamos así será nuestro compromiso con la misión, con el anuncio del Reino y con el hecho de ser buena noticia para los demás. Creer es un don de Dios pero que también crece y se ratifica en la medida que abrimos el corazón al Señor, casi que podríamos decir a cada profesión de fe le sigue un compromiso con el Evangelio.
La fe compromete, la fe da fuerzas y Jesús así se convierte en nuestro compromiso y fortaleza.
La Iglesia se sigue construyendo gracias a la fe y al anuncio del Evangelio. El mal no crece cuando encuentra personas convencidas de Jesús y que tienen claro quién es Él, a lo que ha venido, descubre la novedad de su enseñanza y la tarea que nos encomienda. Nada puede arrebatarnos de las manos de Jesús si Él realmente, desde la fe, es nuestro Señor, Mesías y Salvador.
Nos puede pasar que nos acostumbremos tanto a Jesús que acabemos por no escucharlo, por pensar que le conocemos de tal manera que ya nada nuevo pueda decirnos y enseñarnos. El alto que hace el Señor en el camino es fundamental para saber qué cosas nuevas suceden en las relaciones con los discípulos y son las respuestas que se dan las que confirman no solo lo que la gente piensa sino también lo que piensan los discípulos acerca de Él. Lo que piensa la gente nos lleva a comprender que para ellos Jesús no es novedad, hace las cosas que los anteriores profetas hacían y ¿para nosotros? ¿Es realmente Jesús la novedad de Dios, la luz en nuestro camino de fe? Para conocer a Jesús debemos caminar con Él hasta el final. De Jesús se hace experiencia de vida.
Confesemos la fe, hagamos de la fe norma de vida y desde la fe enamoremos de Jesús, el Cristo a las personas que nos acompañan en nuestro caminar.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Fuente: https://parroquiacarmelitascucuta.com
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