f. Capacidad de entender o comprender.
f. Capacidad de resolver problemas.
f. Conocimiento, comprensión, acto de entender.
f. Habilidad, destreza y experiencia.
—Diccionario de la Real Academia Española.
Los que siempre sacan diez
Con toda seguridad en tu salón hay algún niño o niña que los demás consideran “los más inteligentes de la clase” o “los que siempre sacan diez”. ¿Cuáles son sus características? ¿Por qué siempre sacan 9 o 10? No es simplemente que tengan “buena suerte” en los exámenes, ni es sólo un trabajo de la memoria. Sus buenas notas reflejan que entienden o comprenden los temas que están estudiando y, con facilidad, los convierten en conocimientos que pueden emplear de una manera sencilla y natural, sin tener que desvelarse los días anteriores al examen.
Eso es, precisamente, la inteligencia. Algunos creen que ésta se trae o no se trae de nacimiento, pero cada vez queda más claro que todas las personas nacemos con el mismo potencial y que desarrollarlo depende del esfuerzo y la creatividad que pongamos: entrenar nuestra mente reflexionando en las situaciones, evitar las respuestas automáticas, dedicar tiempo a solucionar los problemas aunque parezcan difíciles, buscar información para entender mejor lo que sucede, pensar y pensar constantemente… Hacer que tu inteligencia crezca te servirá mucho más allá de la escuela: con ella podrás elegir las mejores opciones para resolver muchas situaciones de tu vida, desde las relaciones en el hogar hasta tu carrera profesional.
El valor de la inteligencia
Reflexiona: La inteligencia emocional.
Muchos especialistas han tratado de definir con precisión qué es la inteligencia. De acuerdo con uno, se caracteriza por la capacidad de adquirir y almacenar información en el cerebro; la capacidad de seleccionar y comparar la información que se recibe y la capacidad de aprovecharla en situaciones reales para tomar siempre la mejor decisión. Por eso es una herramienta muy útil para vivir los diferentes valores; la inteligencia nos permite comparar las consecuencias de actuar de una manera u otra y elegir siempre la acción más positiva.
En los últimos años se ha descubierto que también existe una inteligencia especial relacionada con las emociones. Trabaja de varios modos distintos. El primero consiste en saber identificar tus propias emociones y las de los demás, por ejemplo: “estoy triste”, “estoy contento” o “tengo miedo”. El segundo, consiste en comprender por qué te sientes así o por qué se sienten así los demás: “papá está nervioso porque tiene problemas en su trabajo”. El tercero consiste en manejar las emociones mediante el autocontrol, no dejarte vencer por el miedo o la tristeza y ponerles un límite.
El punto más alto de la inteligencia es cuando combinas tus emociones y tus ideas, las mejores decisiones toman en cuenta lo que sientes y lo que piensas. Escucha la voz de tu razonamiento y la de tu corazón: serás una mejor persona, cada día más feliz.
Mini-relato: Los más inteligentes.
¿Quién ha sido la mente más brillante de la historia?
Un investigador sueco trató de establecer una lista de los hombres más inteligentes con base en sus obras. Entre los diez finalistas sobresalen: Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832), poeta, dramaturgo y escritor alemán (210 puntos); Galileo Galilei (1564-1642), descubridor y astrónomo italiano (185 puntos); Madame de Staël (1766-1817), novelista francesa (180 puntos); Emmanuel Kant (1724-1804), filósofo alemán, y Linus Carl Pauling (1901-1994), químico estadounidense (170 puntos).
Problemas para pensar.
Algunos problemas exigen un esfuerzo extra de nuestra inteligencia y capacidad de razonamiento. Aquí te proponemos dos para que los respondas.
El mayordomo ciego. El señor Juan le dice a Jaime, su empleado: “En mi cajón encontrarás 20 calcetines negros y 20 calcetines blancos revueltos. Necesito un par del mismo color.” Por desgracia, el empleado es ciego. ¿Cuál es el menor número de calcetines que debe llevarle al señor Juan para asegurar el poder formar un par del mismo color?
¿De qué podemos estar realmente seguros? Lee las siguientes afirmaciones. Pon una palomita a aquellas de las que puedes estar completamente seguro y una cruz a aquellas de las que no puedes estarlo. Explica, en cada caso, por qué pusiste palomita o tache.
El próximo lunes durará 24 horas?
El próximo día del padre lloverá?
El premio de la lotería terminará en 5?
La navidad que viene será en diciembre?
Si lanzamos una moneda al aire caerá cara?
Lo que dice la gente
“Ser inteligente es hallar soluciones rápidas a todo.”
—Jaime Villegas, estudiante de tercero de secundaria, 15 años
“Los más inteligentes son los que saben estar contentos.”
—Georgina Rivero, alumna de segundo de primaria, 7 años
“La inteligencia es habilidad e imaginación.”
—Adela Zendejas, farmacéutica, 52 años
La inteligencia en símbolos
El principal símbolo de la inteligencia es el cerebro. Este órgano es el centro de control de todo el cuerpo. En el se sitúa nuestra capacidad de ver, escuchar, oler, percibir el sabor de los alimentos y hablar. Gracias a él sentimos y razonamos. Contiene cien mil millones de células , conocidas como neuronas.
Lo que dicen los libros
“La inteligencia, la capacidad intelectual de un ser humano, debe contar con un conjunto de habilidades para resolver problemas que permitan al individuo hallar soluciones para las genuinas dificultades que encuentra y, cuando es apropiado, generar productos útiles. Por otra parte, debe abarcar el potencial de hallar y definir nuevos problemas. De esta forma está sentando las bases para la adquisición de nuevos conocimientos.”
—Howard Gardner, Marcos de la mente. La teoría de las inteligencias múltiples, 1993.
Un laboratorio para la inteligencia
Si quieres impulsar el desarrollo de tu inteligencia aprovecha las siguientes recomendaciones:
Desarrolla tu poder de observación. Mira con atención a las personas, los objetos y los paisajes.
Trabaja con los números. Realiza cálculos y operaciones por ti mismo, sin usar la calculadora o la computadora.
Detente a pensar en los problemas. No importa de cuál situación o conflicto se trate. Tómate el tiempo necesario para hacer apuntes antes de llegar a una respuesta.
Practica alguna actividad creativa. Escribe un cuento o una historieta, dibuja los objetos que te parezcan interesantes o acude a un taller de manualidades.
Adquiere información nueva. Lee por tu cuenta todo lo que puedas, recibir nuevos conocimientos estimula el pensamiento.
Fuente: www.valores.com.mx