CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

PARA EL FIN DE SEMANA: FEBRERO 11 DE 2016.

Cuaresma tiempo para estar fuertes y preparados.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana y del Carmelo de Quito, un saludo cordial con los mejores deseos de paz y bien en el Señor Jesús que nos recrea en constante bondad. Un fin de semana para que con Jesús nos dejemos conducir por el Espíritu Santo que nos lleva a lugares íntimos en los que debemos tomar decisiones por Dios y por su proyecto para con nosotros, por el Reino.

Comenzamos el tiempo de la Cuaresma, cada uno de nosotros sabe que es un tiempo en el que la Iglesia nos invita a prepararnos para la Pascua; un tiempo en el que entramos en una dinámica de cambio, de conversión; un tiempo para abrir el corazón a Dios y descubrir que Él debe ser nuestra vida y nuestra riqueza para que en nosotros Él sea la vida y la riqueza de las personas que nos rodean.

Cuaresma es tiempo de ayuno, de generosidad, de solidaridad. Tiempo de oración, de ayuno y sobre todo de volver sobre la propia vida; examinar a la luz de la experiencia de Dios y del Evangelio, los actos y las relaciones con el mismo Dios y con nosotros. En Cuaresma reconocemos que Dios está a nuestro lado y nos permite vivir situaciones límites en el que cada uno define cómo vivir su proyecto de amor y de fidelidad en relación con Él y con los demás. En Cuaresma también nos acercamos a la realidad del mal que nos circunda, de las tentaciones que nos hacen ver el mundo y la vida tan fácil que es difícil no caer en las mismas. Tiempo para sentirnos frágiles y para que agudicemos los sentidos ya que el mal nos rodea, te aparece junto con la tentación, en los lugares y situaciones que menos te lo esperas.

Cuaresma tiempo para estar fuertes, para permanecer fuertes y para vivir fielmente lo que queremos de Dios y para los demás.

Los invito a disponer la vida y el corazón para el amor, para que este tiempo que iniciamos sea un tomar conciencia de todo lo que nos queda por cambiar y sobre todo por hacer. Disponernos para caminar con Jesús, para tomar la cruz de cada día, para perseverar en los proyectos y sobre todo para resistir las fuerzas del mal. Esas tentaciones que nos vienen por medio de tantas personas que sin valorar lo que somos y la dignidad que tenemos nos ofrecen mundos llenos de riquezas en las que perdemos el corazón y hasta la vida; tentaciones llenas de placer que arriesgan palabras y promesas de amor, familias enteras. La Tentación está más cerca de lo que piensas y el tentador no tiene lugares vetados, solo la fuerza del amor y las convicciones profundas de lo que somos y significamos nos mantendrán firmes y fuertes.

Con mi bendición:

P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.