Misioneros Oblatos de los cc.ss de Jesús y María
Jeremías 17, 5-8; Salmo responsorial: 1; 1Corintios 15, 12. 16-20; Lucas 6, 17. 20-26
HOMILÍA PARA EL 11 DE FEBRERO DE 2007
6º domingo de tiempo ordinario
Que Dios los bendiga.
Nunca es tarde para hablar de Dios.
Deseo plantear una reflexión en tres partes acerca del evangelio del domingo pasado, que fue tomado de San Lucas, me refiero al pasaje de las tentaciones de Jesús en el desierto.
En el tiempo de CUARESMA, normalmente se enfatiza casi que hasta la saciedad en temas como la conversión, la trasformación, la penitencia, el arrepentimiento, el pecado y el hombre presa del pecado, entre otros; aunque en la tradición de la Iglesia estos temas son característicos de este tiempo, creo fundamental aportar una reflexión al margen del acento del pecado que normalmente se identifica con las tentaciones.
Él evangelista Lucas nos presenta a un Jesús situado en el desierto (sitio bíblico de sufrimiento, de reflexión, de conversión , de regreso a Dios), con el ánimo de hacernos entender la identidad de Jesús, VERDADERO DIOS y VERDADERO HOMBRE, aquí se muestra Jesús en su condición humana, expuesto a los ataques del maligno, luchando hasta el cansancio por mantenerse fiel al plan de Dios, se trata de un Jesús reflejado hoy en nuestras vidas, somos creyentes, somos hombres y mujeres, somos católicos, pero no somos ángeles y por tanto en muchas ocasiones así como navegamos en las aguas cristalinas de Dios, navegamos también en las espesas aguas del mal, es nuestro desierto personal.
Jesús superó las pruebas y nosotros con su ayuda también podremos superar las nuestras.
Jesús fue tentado tres veces en el desierto, pero les decía no me interesa por ahora ahondar en el tema del mal y de las tentaciones, me interesa más bien profundizar en las respuestas de Jesús al tentador:
1.- A la propuesta del Diablo, convierte estas piedras en panes, Jesús le respondió: NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE
Claro que en otro evangelio está el complemento de esta respuesta incompleta en San Lucas, que es: SINO DE TODA PALABRA QUE SALE DE LA BOCA DE DIOS.
Esta respuesta, es una invitación al creyente de hoy, a pensar que si bien todos nosotros o al menos la mayoría tenemos saciado nuestro cuerpo con el pan material, nuestro espíritu inspira tristeza al verse desnutrido del pan vivo bajado del cielo que se llama JESUS, presente de manera preeminente en la Eucaristía y en las Sagradas Escrituras.
El pan en esta tentación significa, el bienestar, nuestros bienes, es decir nuestra preocupación por las cosas temporales, por tener lleno nuestro estómago, mientras que nuestro interior grita tengo hambre y sed de Dios. En esta cuaresma acerquémonos a la Eucaristía, alimentémonos de Jesús, leamos las Sagradas Escrituras y quienes tengan tiempo asistan al curso de Biblia que se dicta en las Parroquia los martes a las 8:00 p.m. No podemos solamente mostrarnos al mundo sanos, fuertes, robustos en nuestros cuerpos; pero desnutridos por dentro, alimentémonos del pan de vida eterna y así no le daremos paso al demonio que nos cerca.
2.- A la segunda tentación: Si te postras y me adoras te daré en posesión todos los reinos de la tierra, Jesús le respondió: SOLO A DIOS ADORARÁS Y SOLO A ÉL LO SERVIRÁS.
Pensamos la mayoría de nosotros que la idolatría fue un tema del Antiguo Testamento, (1900 años a.C), y que por tanto ya pasó, pues no es así, la idolatría está presente hoy también en nuestro mundo, en nuestra cultura y es más se manifiesta en ocasiones en el culto a nuestro propio cuerpo, ya que las formas bellas están de moda, en ocasiones idolatramos aquello que pensamos afirmando con certeza que somos muy inteligentes y que los demás no piensan, que nuestras palabras son elocuentes mientras que las de los otros son vacías, idolatramos nuestros triunfos y pensamos que somos muy capaces de alcanzar lo inalcanzable; pues bien, no somos Dios, necesitamos de Él y solo a Él le rendimos Adoración, pues es el Señor de nuestra vida. Adorarlo a Él significa ponerlo en el centro de nuestra vida, haciendo que nuestro corazón sea el tálamo de Dios.
3.- Finalmente en la tercera tentación, el diablo le dice, Tírate de lo alto y tus ángeles te recogerán y no permitirán que tropiece tu pie. Jesús le respondió: NO EXIGIRÁS PRUEBAS A DIOS.
Es la invitación a deshacernos de las famosas oraciones a manera de imperativos:
TU TIENES QUE DARME EMPLEO, porque me he portado bien
SI NO ME SANAS EN DOS MESES, tu no existes.
SI NO ME DEJAS CAER EN TENTACION, eres bueno conmigo.
DAME TAL COSA y creo en ti.
SI ME VA BIEN EN EL PARCIAL, tu Señor eres un duro.
Por favor, si tienen un momento disponible lean el Capítulo 1 del Apóstol Santiago (Nuevo Testamento)
Pues bien, con Dios no se comercia, se hace su voluntad.
Creamos en el Señor y el nos concederá en el momento oportuno, aquello que le pedimos con Amor.
Que nuestra Madre del Tránsito nos ayude siempre.
P. Ernesto León D. o.cc.ss
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