PARA ESTA SEMANA ABRIL 22 DE 2018
Jesús buen Pastor
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo cordial con los mejores deseos de paz y bien en el Señor.
Que la semana que iniciamos venga cargada de bendiciones y que cada uno tomemos conciencia de la misión que nos ha encomendado el Señor al ponernos al frente del pequeño rebaño que nos rodea o que hemos ido congregando.
Este domingo el Evangelio (Jn. 10, 11-18) nos presenta a Jesús que se define como “Buen Pastor” y lo es porque está dispuesto a dar la vida por sus ovejas, no las abandona ante el peligro.
Él conoce a las ovejas de la misma manera que el Padre lo conoce a Él y por eso le ha confiado la misión de congregar a todo el pueblo bajo el cayado de un solo Pastor que es Él.
En Jesús podemos encontrar la unidad, ser un solo rebaño; en Jesús podemos volver al Padre Dios que nos convoca para un nuevo proyecto fundado en el amor, el Reino de los cielos; Jesús es el único que puede colmar las aspiraciones de amor y de santidad de las personas, de cada uno de nosotros.
El Padre ama a Jesús, le ha dado vida en abundancia, Jesús tiene vida para entregar, para donarse, para recuperar a los que ya han perdido el sentido de la vida. Jesús obedece a su Padre y en fidelidad está dispuesto a llegar hasta donde sea necesario.
La idea del pastoreo es brindar seguridad, paz, alimento a las ovejas que somos nosotros; esto es lo que hace Jesús. Él nos busca, nos carga, nos alimenta, llena nuestro caminar de alegría y de esperanza; nos protege y cuida con amor. Es Pastor siempre, en cada momento y circunstancia.
Para cada uno de nosotros la entrega de Jesús, la responsabilidad con la que ha asumido la misión, la claridad que tiene frente a todo lo que debe hacer por ayudar al rebaño, es ejemplo de vida porque nosotros también tenemos a nuestro cargo un pequeño o gran rebaño que debemos sacar adelante, que debemos cuidar y al que debemos acompañar para que no pierda el rumbo de su caminar por la vida. Somos Pastores del pueblo de Dios al estilo de Jesús; hemos sido llamados por Dios a ser padres o madres, hermanos o amigos, religiosos o sacerdotes ministeriales, para el bien del rebaño, para cuidar, alimentar, proteger y dar vida a las personas que nos han sido encomendadas.
Pidamos a Jesús ser pastores a su manera y oremos por los pastores del mundo entero de manera especial por nuestros sacerdotes.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
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