CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

PARA ESTA SEMANA AGOSTO 12 DE 2018

PARA ESTA SEMANA AGOSTO 12 DE 2018

La vida para siempre comienza aquí en la tierra.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo con los mejores deseos de paz y bien en el Señor que en su amor y generosidad nos ha regalado a Jesús y en Él el Pan que da la vida, el alimento para la vida eterna, la salvación y todo su amor.

Jesús es un regalo del Padre; Dios lo ha enviado para darnos vida, para restablecernos la vida. Jesús nos vincula con el Padre, restablece la unión con el Padre por voluntad del mismo Dios. Es el Padre el que sale a nuestro encuentro, el que nos da el Pan del cielo, el que no quiere que desfallezcamos de hambre. Es el Padre el que ha pronunciado su Palabra y la Palabra se hizo carne. Jesús es alimento, en él está toda la normatividad y el resumen del querer del Padre. Y si la ley es el alimento, el pan para el judío, Jesús es la carne para la vida del mundo, el verdadero Pan bajado del cielo.

Jesús habla del Padre, nos muestra el querer, la voluntad de Dios

El Padre nos habla en su Hijo: cada Palabra, cada gesto, cada signo de Jesús revelan al Padre, su “lado” más oculto entre normas, leyes y preceptos. En Jesús el Padre de nuevo se nos muestra como Dios de amor, lento a la cólera y rico en clemencia. Dios es amor y nos ha amado en su Hijo.

El Padre desea que vivamos eternamente y esa vida “para siempre” comienza aquí en la tierra, en medio de los hermanos, con los demás. La vida eterna se alcanza con una excelente alimentación que es el Pan vivo bajado del cielo, el Pan que nos da el Padre y que da vida eterna.

La vida eterna se va forjando en el ejercicio del amor que es misericordioso y acogedor, que se traduce en servicio, ternura, bondad y paciencia; se inicia aquí en la tierra y se construye siendo justos y haciendo todo lo posible por alcanzar la paz.

El Padre Dios quiere darnos la vida y el principio de la eternidad está en la aceptación de quien es la vida y es eterno, el mismo Jesús; por eso es fundamental que creamos en él, que lo aceptemos no por las obras sino por todo el amor que trae consigo. El principio de la eternidad es Jesús que se entrega, que se hace Pan, comida, carne para colmar nuestra hambre y cada una de las expectativas con las que podemos estar viviendo el día a día.

Para vivir en el mundo, para tener vida eterna, para saber discernir, para saber cómo hacer las cosas, para encontrar sentido a lo terreno, a la entrega y al servicio está Jesús, para eso ha venido, se ha hecho carne. El pan que Él nos da es su carne para la vida del mundo. Él es la forma de vivir en el mundo. Jesús quiere ser nuestra fuerza, llenarnos de ánimo y hacerse desde nosotros pan de salvación para tantas personas que han perdido el rumbo de la vida, que ya no aspiran a lo eterno y que se cansaron de luchar, de entregarse. En Jesús está la forma para no morir, para vivir eternamente.

Con mi bendición:

P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.

PARA ESTA SEMANA AGOSTO 12 DE 2018

Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd

Fuente: http://ow.ly/5j2n30moWXd

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