L. Señor Dios Omnipotente, autor y conservador de todas las cosas, de quien provienen todo don perfecto y dádiva preciosa, y cuanto hay de bueno y óptimo en el universo: Bendito seáis, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de toda consolación, porque a Vos debemos el ser, a Vos las gracias con que nos habéis colmado en el curso de la vida.
Y confesándonos indignos de tantas y tan altas mercedes, por cuanto somos el polvo y la nada, y lo que es peor todavía, culpables y pecadores os ofrecemos, en acción de gracias por todos vuestros beneficios, a vuestro mismo Hijo unigénito inmolado por nosotros sobre el altar, donde es nuestra Hostia Eucarística, por excelencia; unidos de corazón a esta víctima Santa, os tributamos en reparación de nuestras ingratitudes, este humilde homenaje de alabanza y reconocimiento por los innumerables beneficios que de vuestra munificencia amorosa hemos recibido.
L. Por la Infinita perfección de vuestro ser, y vuestra grande gloria.
T. ¡Os damos gracias, Señor!
L. Por habernos sacado de la nada, dándonos el ser y la vida que tenemos.
T. ¡Os damos gracias, Señor!
L. Por habernos dado a vuestro divino Hijo unigénito,
T. iOs damos gracias, Señor!
L. Por el don de vuestro Santo Espíritu Paráclito,
T. ¡Os damos gracias, Señor!
L. Por los infinitos beneficios de la Encarnación y Redención.
T. ¡Os damos gracias, Señor!
L. Porque en Jesucristo Señor Nuestro, nos habéis dado todas las cosas.
T. ¡Os damos gracias, Señor!
L. Por la santificación de las almas mediante la Sangre preciosa de nuestro divino Redentor,
T. ¡Os damos gracias, Señor!
L. Por la gracia de la adopción divina a que hemos sido llamados,
T. ¡Os damos gracias, Señor!
L. Por el don inefable de la vida Eucarística,
T. ¡Os damos gracias, Señor!
L. Por habernos dado a la Virgen Inmaculada por amantísima Madre y protectora nuestra,
T. ¡Os damos gracias, Señor!
L. Por habernos hecho hijos de la Santa Iglesia Católica.
T. ¡Os damos gracias, Señor!
L. Por todos los demás beneficios, así generales como especiales, de naturaleza y gracia, que de vuestra liberalidad hemos recibido,
T. ¡Os damos gracias, Señor!
L. Por habernos librado del infierno que lo teníamos merecido por nuestros pecados,
T. ¡Os damos gracias, Señor!
L. Por la recompensa eterna del cielo, que nos tenéis prometida, si perseveramos en vuestro amor,
T. ¡Os damos gracias, Señor!
L. Alabad al Señor, naciones todas; pueblos todos, cantad sus alabanzas; porque su misericordia se ha confirmado sobre nosotros, y la verdad del Señor permanece eternamente. Justo, y debido al par que saludable es tributar siempre y en todas partes, acciones de gracia a Vos Señor Santo, Padre Omnipotente y no hay gracia ni don que no nos haya venido de vuestra munificencia divina; por lo cual unimos nuestras voces con las de los Ángeles y Bienaventurados, y con toda la creación, para aclamar: Bendición, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor, virtud y fortaleza a nuestro Dios, por los siglos los siglos.
Amén.
Fuente: Manual de Piedad Misioneros Oblatos