PARA ESTA SEMANA SEPTIEMBRE 19 DE 2021
Para Jesús importa la sencillez, la capacidad de abandonarse en Dios.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo con los mejores deseos de paz y bien para la semana que comenzamos.
De nuevo Jesús anuncia a los suyos su pasión, muerte y resurrección.
Quiere prepararlos para ese momento y darles la confianza necesaria para que cuando estas cosas sucedan ellos no pierdan la unidad, no se olviden del proyecto del Reino y entiendan que por la muerte de Jesús en la Cruz el Padre mostrará su presencia y poderío al resucitarlo de entre los muertos. El anuncio del Evangelio no termina, sino que por el contrario se llenará de vida con la compañía de Jesús resucitado y se llenará también de fuerza con la presencia del Espíritu de Dios.
La explicación de Jesús es clara pero los discípulos están dispersos y al parecer no entienden la importancia del anuncio hecho por Jesús ni tampoco dan espacio a la confrontación. Los intereses de los discípulos están centrados en las posiciones que han de ocupar en el Reino, para ellos importa ser el primero, el más grande, el más poderoso. Para Jesús importa el más sencillo y humilde y el que entiende que tanto ellos como el Reino están en manos del Padre y por tanto son capaces de abandonarse, de confiar, de entregarse por entero. Aquí no se trata de ser el primero sino el servidor, el que esté dispuesto a entregarse del todo y reconocer a Dios como su primera y fundamental opción y entender que Jesús existe también en los débiles y pequeños y que todo lo que hagamos por los demás lo hacemos en Dios a Dios mismo.
Ante el comportamiento de los discípulos Jesús aprovecha para enseñarles el sentido real de la vida:
El niño se deja abrazar, así nosotros nos debemos dejar abrazar por Dios. Sentir que lo necesitamos en nuestra fragilidad es muy importante; saber que Él está cuando caemos para levantarnos; necesitar de Él, de sus fuerzas, de sus Palabras, de su amor. Todos llamados a ser como niños, todos necesitados del amor de Dios. Todos importantes y grandes en el proyecto del Reino en el que en Dios somos uno y revestidos de la misma dignidad.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Fuente: http://ow.ly/KDgs50Fe8gz
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