AUDIENCIA ENERO 20 2021
Biblioteca del Palacio Apostólico
Catequesis. La oración por la unidad de los cristianos
Queridos hermanos y hermanas:
Estamos celebrando la Semana de oración por la unidad de los cristianos, que concluirá el 25 de enero, fiesta de la conversión del apóstol san Pablo. Durante estos días, pedimos al Señor el don de la unidad para poder superar las divisiones entre los creyentes en Jesús. Él mismo, antes de la Pasión, rogó al Padre por nosotros, para que seamos uno y el mundo crea. Esto significa que para lograr la unidad no basta sólo nuestro esfuerzo, sino que es sobre todo un don y una gracia que hemos de suplicar al Padre.
Todos necesitamos la unidad, pero vemos que es difícil mantenerla incluso en nosotros mismos. Como san Pablo, también nosotros experimentamos un conflicto entre el bien que deseamos y la inclinación al mal, que nos lleva a hacer lo contrario. Esto nos hace ver que tantas divisiones que nos rodean —en el seno de las familias, las sociedades, los pueblos, e incluso entre los creyentes— se originan en el interior de cada persona. Por eso, la solución a las discordias comienza por la oración, por pedir a Dios la paz, la reconciliación y la unidad en nuestro propio corazón.
En este tiempo de crisis la oración es aún más necesaria, para que la unidad prevalezca sobre los conflictos. Rezar es luchar por la unidad. Sí, luchar, porque nuestro enemigo, el diablo, es astuto y nos quiere dividir: agranda los errores y los defectos de los demás, siembra discordia, provoca críticas y crea facciones. En cambio, el camino de Dios es otro: nos ama tal como somos, acoge nuestras diferencias y nos impulsa a la comunión con Cristo y los demás.
Saludos:
Saludo cordialmente a los fieles de lengua española. El lema de esta Semana de oración por la unidad de los cristianos es «Permanezcan en mi amor y darán fruto en abundancia». Pidamos al Señor que este lema se haga vida en nosotros. Recemos por los cristianos de otras confesiones y, si es posible, recemos junto con ellos, para que se cumpla el sueño de Jesús: que todos sean uno. Que Dios los bendiga.