AUDIENCIA GENERAL
Plaza de San Pedro
Miércoles 5 de junio de 2013
Queridos hermanos y hermanas:
La Jornada Mundial del Medioambiente, que se celebra hoy, invita a contrarrestar el desperdicio de alimentos y a mejorar su distribución en el mundo.
Dios confió al hombre y a la mujer el cultivo y cuidado de la tierra, para que todos pudieran habitar en ella, pero el egoísmo y la “cultura del descarte” han conducido a desechar a las personas más débiles y necesitadas. Más aún, en muchas partes del mundo, no obstante el hambre y la desnutrición existentes, se desechan los alimentos. En el relato evangélico de la multiplicación de los panes, Jesús da de comer a la multitud con cinco panes y dos peces, y al final les pide a los discípulos que nada del alimento sobrante se desperdicie. Cuando la comida se comparte de modo justo, nadie carece de lo necesario. Los alimentos que se tiran a la basura son alimentos que se roban de la mesa del pobre, del que tiene hambre. La ecología humana y la ecología medioambiental son inseparables.
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Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Colombia, Uruguay, Argentina, México y los demás países latinoamericanos. Invito a todos a respetar y cuidar la creación, a prestar atención y cuidado a toda persona, a contrarrestar “la cultura del descarte” y del desecho para promover una cultura de la solidaridad y del encuentro. Muchas gracias.