PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Aula Pablo VI
Miércoles 13 de enero de 2016
Queridos hermanos y hermanas:
Empezamos hoy un ciclo de catequesis sobre la misericordia en la Biblia con este pasaje del libro del Éxodo, en el que el Señor se llama a sí mismo: Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad.
Y es así, él es compasivo, siempre dispuesto a acoger, a comprender, a perdonar, como el Padre de la parábola del Hijo pródigo. Es misericordioso, tiene literalmente entrañas de misericordia, se conmueve y se enternece como una madre por su hijo, y está dispuesto a amar, proteger, ayudar, dándolo todo por nosotros. Es lento a la ira, cuenta hasta diez, como decíamos de jóvenes, respirando profundamente, para no perder la calma y soportar, sin impacientarse. Es rico en clemencia, un caudal inagotable que se manifiesta en su bondad, en su gratuita benevolencia, que vence el mal y el pecado. Y, finalmente, es leal, el Señor es fiel. Estas palabras lealtad, fidelidad, que no están muy de moda. Pero él es leal y es fiel. Su fidelidad dura por siempre, no duerme ni reposa, está siempre atento, vigilante y no permitirá que flaqueemos en la prueba.
Saludos
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica —veo que hay una tropa argentino-uruguaya por ahí—. Llenos de confianza en el Señor, acojámonos a Él, para experimentar la alegría de ser amados por un Dios misericordioso, clemente y compasivo.
Fuente: https://w2.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2016/documents/papa-francesco_20160113_udienza-generale.html