AUDIENCIA JUNIO 10 2020
Catequesis: 6. La oración de Jacob
Queridos hermanos y hermanas:
Seguimos la catequesis sobre la oración, y lo hacemos con la historia del patriarca Jacob, un hombre que había hecho de la astucia su mejor arma. Estuvo enfrentado siempre con su hermano Esaú y consiguió con sutilezas la bendición de su padre que pertenecía al hermano, al primogénito. Fue esta la primera de una larga serie de argucias, que harán de él un hombre rico, que se hizo a sí mismo con tenacidad y paciencia.
Pero un día sintió el deseo de volver a casa, y se puso en camino. Al llegar a la última etapa de este viaje de regreso hizo pasar a toda su familia y a su ganado el torrente que delimitaba las tierras de su hermano. Era de noche, estaba solo, y un torbellino de pensamientos lo envolvía. En ese momento se produjo su encuentro con Dios, que es descrito como una lucha con un desconocido en medio de la oscuridad; es símbolo del combate de la fe y de la victoria de la perseverancia.
En esa pelea Jacob no se mostró como el hombre calculador, el fino estratega que había vencido a todos con su astucia. A pesar de su esfuerzo, aquel ser desconocido lo hirió en el muslo y lo dejó cojo, mostrándole así su verdadera condición de fragilidad y vulnerabilidad. Pero, al mismo tiempo, ese combate le manifestó la forma de “luchar” con Dios. A ese Jacob herido, Dios lo bendijo y le dio un nombre nuevo, haciéndole entrar en su tierra con el corazón renovado. Quien antes era “impermeable” a la gracia y a la misericordia a causa de su presunción, Dios lo salvó de su extravío y lo miró con ternura.
Saludos:
Saludo cordialmente a los fieles de lengua española, que siguen esta catequesis a través de los medios de comunicación social. Pidamos al Señor que nos dé la fortaleza para dejarnos sorprender por su misericordia, para aceptar nuestra fragilidad sin temor, sabiendo que, aunque sea de noche y estemos solos, combatiendo contra lo desconocido, Dios puede dar sentido a toda nuestra vida y regalarnos la bendición que reserva a quien se deja trasformar por Él. Que Dios los bendiga.
Llamamiento
El próximo viernes 12 de junio se celebra el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, un fenómeno que priva a los niños y niñas de su infancia y pone en peligro su desarrollo integral. En la situación actual de emergencia sanitaria, en varios países muchos niños y jóvenes están obligados a realizar trabajos inadecuados a su edad, para ayudar a sus familias en condiciones de extrema pobreza. En no pocos casos se trata de formas de esclavitud y reclusión que causan sufrimientos físicos y psicológicos. Todos nosotros somos responsables de ello.
Hago un llamamiento a las instituciones a esforzarse al máximo para proteger a los menores, colmando las brechas económicas y sociales que constituyen la base de la distorsionada dinámica en la que, desgraciadamente, se ven envueltos. Los niños son el futuro de la familia humana: nos corresponde a todos la tarea de favorecer su crecimiento, su salud y su serenidad.