Dios Mío:
Infunde en mí un gran Amor para estudiar y practicar la psicología.
Inspírame caridad y cariño para todos mis pacientes.
No permitas en mí, deseos de lucro ni vanidad ni envidia en el ejercicio de mi profesión.
Dame paciencia; para que siempre esté dispuesto al llamado del que sufre y solicita mis servicios, obligándome a veces hasta sacrificar mis horas de sueño, descanso o esparcimiento.
Haz que pueda atender con igual empeño al que carece de recursos y al que paga mis servicios.
Que atienda con igual cuidado al amigo como al enemigo, al de buena como el de mala conducta.
Concédeme la gracia que cuando examine y trate a mis pacientes, ninguna idea ni preocupación, distraigan mi mente para que mi diagnóstico terapéutico y tratamiento no tenga error, y con tu ayuda devolverles la salud emocional si tus altos designios no determinan lo contrario.
Mientras me concedes la vida y el ejercicio de mi profesión, dame suficientes energías para perseverar en continuo estudio y lograr acrecentar y renovar mis conocimientos en beneficio de los demás.
Jamás permitas que me crea un sabio que todo lo puede, pues sin dedicación y estudio diario y sin tu ayuda nada se alcanza.
Concededme pueda quitar sufrimientos y aliviarlos, y cuando sea imposible curarlos, haz que tu divina voluntad les lleve fe en ti, fortaleza y consuelo
Amén.