Aspirantado
Se trata del periodo inicial de la formación de los miembros del Instituto, en él se agrupará a los candidatos y se fomentará la vida de piedad tratando de descubrir en ellos la posible inclinación a la vida religiosa y sacerdotal previa una corta experiencia para invitarles a proseguir la siguiente etapa. Es Aspirante el joven que, habiendo terminado sus estudios secundarios, ha realizado el debido y oportuno seguimiento por el Animador Vocacional y que ha presentado la documentación requerida, siendo aceptado y recibido por el Superior local.
El Aspirantado lleva el nombre de “Julio María Matovelle”, tiene su razón de ser en la necesidad de introducir al formando en un mayor compromiso con su vida cristiana. Dado que Dios llama en cualquier momento de la vida, la inquietud vocacional bien puede discernirse en adolescentes bachilleres, jóvenes o adultos profesionales.
Objetivo
El objeto de esta etapa será la formación de la personalidad humana y la constitución de un sólido fundamento en la vida cristiana y comprometida con la apertura a los demás, el respeto a la opinión ajena, el cultivo y práctica de la urbanidad y de la disciplina, el gusto por el esfuerzo y la renuncia por el Reino, la estima de la vocación de cristiano, la adaptación a la vida comunitaria, el cuidado de la salud mediante el deporte y el descubrimiento de las opciones artísticas.
El Aspirantado ayudará, además, a conocer y amar a la Iglesia, a la Congregación, a su Fundador y a sus obras apostólicas en concordancia con la formación espiritual, litúrgica, sacramental, de amor a la Divina Eucaristía y de sólida devoción a los Corazones Santísimos de Jesús y de María. Esta etapa durará un tiempo no menor a seis meses para su progresiva maduración psicológica y espiritual, a fin de que el candidato se capacite convenientemente para detectar con firmeza el proyecto del Señor sobre su vida.
Prenoviciado
El Prenoviciado es la etapa de progresiva adaptación para el Noviciado y durará el tiempo necesario, no menor de seis meses para la madurez y discernimiento del formando. Lleva por nombre “San José” y está bajo su patrocinio.
Esta etapa ofrecerá al formando los elementos objetivos que le permitan hacer una opción comprometida y responsable con Dios y la Iglesia a través de la Congregación, y al formador los elementos necesarios de discernimiento e idoneidad del candidato para su continuación en la entrega al Señor en la etapa del Noviciado. En este proceso se busca que el candidato responsa a la llamada del Señor, escuchada y aceptada en la fe.
Objetivo
A lo largo de este itinerario se llevará adelante el primer cultivo de la vocación descubierta en el Aspirantado y se le ayudará al candidato a persuadirse más de su vocación de misionero oblato así como de la necesidad de hacer de ella un ideal de generosidad; se le iniciará metódicamente en la vida de oración y en algunas tareas apostólicas propias de la Congregación, acomodadas a su edad y competencia, en fin, se le comunicará la suficiente preparación y madurez humana y espiritual que le permita la decisión de responder al llamamiento divino con responsabilidad y libertad suficientes.
