Es la etapa de formación que sigue al Noviciado con la emisión de votos religiosos y culmina con la ordenación sacerdotal, para los llamados al Presbiterado; mientras termina con la Profesión Perpetua para los Hermanos Coadjutores. Esta etapa de formación busca construir una sólida vida espiritual y dar un justo sentido de la comunión eclesial y comunitaria.
El Formando Oblato en esta etapa profundiza en su comportamiento vivido en alegría y fraternidad, con la capacidad para testimoniarlo donde se encuentre. Ha de formarse de cara al futuro de la Iglesia y de la Congregación; debe conocer más profundamente la riqueza del ministerio sacerdotal misionero, las condiciones de vida de los Oblatos y el entorno socio – cultural en donde desarrollará su consagración.
Los llamados al sacerdocio, deben culminar los estudios de Filosofía y Teología exigidos por el Derecho Común obteniendo los títulos eclesiásticos y civiles antes de la ordenación en consonancia con lo prescrito en las Constituciones.
Habrá un año de práctica pastoral para los Posnovicios una vez terminado el ciclo básico de Filosofía y se organizará según el Reglamento propio. Los Hermanos Coadjutores lo harán una vez terminado el tercer año de votos simples. En los programas integrados de Filosofía y Teología se hará una vez terminado el ciclo.