CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

HOMILÍA MAYO 8 DE 2022

CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS DE JESÚS Y MARÍA
HOMILÍA MAYO 8 DE 2022 – IV DOMINGO DE PASCUA. CICLO C
Hch 13,14.43-52; Sal 99; Ap 7,9.14b-17; Jn 10,27-30

Hermanos y hermanas.
Los textos de la primera y de la segunda lectura están caracterizados por un tono triste en virtud fundamentalmente de la persecución que estaba experimentando la incipiente Iglesia, nos referimos al rechazo vivido por parte de los apóstoles a causa de las posiciones de ciertos sectores para quienes la imagen del resucitado y su predicación no había sido otra cosa sino una farsa y una locura.

En este contexto de rechazo, observamos a los apóstoles, a Pablo y Bernabé actuando con firmeza en el anuncio del resucitado; en medio de los vejámenes vividos ante el sanedrín, fueron capaces de sufrir con alegría en nombre de Jesús; no obstante la expulsión de Perge y de Antioquía de Pisidia, no declinaron en su lucha comprometida por Cristo; y como hombres valientes, alentados ahora con las armas de la fe y de la esperanza, y asistidos con la presencia viva del Espíritu Santo, continuaron con su misión en Iconio y en otras latitudes.

El clima anteriormente expuesto,  lo encontramos también narrado en el Apocalipsis, cuando el autor sagrado manifiesta:

“Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del cordero”, acentuando de esta forma en la hazaña cristiana del martirio que acompañó el caminar de la Iglesia naciente durante los dos primeros siglos; y que no puede ser comprendido en el hoy de nuestra historia como algo carente de razonabilidad y por lo tanto vacuo; sino como la gran experiencia de los creyentes que convencidos del evento pascual del Señor, no dudaron en ningún momento en ofrendar su vida por Él, el sentido de su historia personal y el núcleo de la historia de la salvación.

Es contradictorio plasmar lo anterior en medio de este ambiente pascual; sin embargo hay que hacerlo y más cuando hoy la liturgia de la palabra nos sumerge en la fiesta del Buen Pastor, de Jesucristo Sumo Pastor, quien con el cayado del sacrificio hasta la muerte y del amor ilimitado supo guiar a sus apóstoles a praderas verdes, eran hombres temerosos pero tenían un corazón abierto para hacer su divina voluntad.

Eran incultos y Jesús sembró sabiduría en su mente

Para que fueran  pregoneros de la  libertad y de la paz, del perdón y de la reconciliación, de la vida y de la esperanza, del amor y de la fe; este Sumo Pastor que esculpió la vida de los apóstoles es el mismo de hoy, es el mismo en quien hemos depositado nuestras ilusiones, es Él, el que sigue dirigiendo la nave de su Iglesia, es Él, quien nos lleva en su hombros porque nos ama y nos protege.

En esta fiesta de Jesús el buen Pastor, bello es escuchar, deleitarnos y nutrirnos con lo expresado en el libro del Apocalipsis cuando el discípulo amado del Señor dice: “Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el cordero que está delante del trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes tranquilas”; tal es hermanos y hermanas el Pastor en quien nosotros creemos, qué alegría es sentir que somos sus ovejas, que regocijo experimenta nuestra vida al saber que las promesas de Dios siempre se cumplen; sintámonos hoy orgullosos de tener como guía y sentido de nuestra existencia al Señor, al mismo que en los momentos más difíciles de nuestros días, “enjugará las lágrimas de nuestros ojos”, porque “Él es bueno, su misericordia es eterna y su fidelidad dura por siempre”. Sal 99

A manera de súplica hoy digámosle al Señor

Que bendiga a todos aquellos que en el mundo cumplen su misión como pastores, el Santo Padre el Papa, los obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, ustedes padres de familia, ustedes educadores, ustedes presidentes de grandes compañías, para que con el cayado del amor orienten la vida de sus hermanos;  imploremos también de Dios bendiciones para los gobernantes de las naciones, para los líderes de los medios de comunicación social, en una palabra que Dios asista a todos aquellos que tienen en sus manos como responsabilidad velar por el grupo de ovejas que un día el Divino Pastor les encomendó.

María Santísima, vela solícita por nosotros las ovejas de tu Divino Hijo Jesús y danos la humildad para reconocer que en múltiples ocasiones nos hemos extraviado y que en esas circunstancias la misericordia y la compasión de tu Hijo nos rescataron.

P. Ernesto León D. o.cc.ss

HOMILÍA MAYO 8 DE 2022

Santa Sede

Más Homilías del Padre Ernesto León

HOMILÍA MAYO 8 DE 2022