..ONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CC.SS DE JESÚS Y MARÍA
VICEPROVINCIA DE OBLATOS EN COLOMBIA “JULIO MARÍA MATOVELLE”
HOMILIA PARA EL XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A.
Is 56,1.6-7; Sal 66; Rm 11,13-15.29-32; Mt 15,21-28.
El Evangelio de este Domingo XX del tiempo ordinario nos trae el relato de la “curación de la hija de una cananea”; este texto se encuentra precedido de tres relatos importantes a saber: las curaciones en el país de Genesaret, la discusión sobre las tradiciones farisaicas y la doctrina sobre lo puro y lo impuro; y por otro lado los textos posteriores resultan significativos para contextualizar el relato que nos ocupa y son: numerosas curaciones junto al lago, los fariseos y saduceos piden un signo del cielo y la levadura de los fariseos y saduceos.
Como se puede evidenciar, nuestro texto se encuentra ubicado en un ambiente difícil
Jesús es perseguido por los fariseos, su ministerio y su predicación son discutidos; la pugna entre el valor de la ley y de la persona es creciente; los enfermos lo buscan sin límite alguno, los fariseos le exigen milagros, su predicación es motivo de escándalo, sus palabras causan malestar en las estructuras de poder del momento y desde luego expresiones como “guardaos de las levaduras de los fariseos”, produjo que mucha gente lo odiara.
En este contexto, Jesús se marchó hacia el territorio de Tiro y Sidón, era territorio cananeo; “los cananeos son la raza pecadora que representaba malicia e impiedad, era la raza que debía ser exterminada y por eso Jesús no entró a las ciudades según el relato de Mateo; por el contrario, la mujer cananea había venido a ver a Jesús” (Cfr. Comentario Bíblico de San Jerónimo. Tomo III. Nuevo Testamento I. Ed Cristiandad. P. 234); Jesús tuvo un mínimo contacto con los gentiles quienes no aceptaban a Jesús como el Mesías ni mucho menos podían llamarlo Hijo de David como curiosamente lo llamó aquella mujer, titulo con el que la mujer confirmaba el mesianismo del Señor; al parecer este texto habría sido compuesto a propósito de los problemas suscitados por la admisión de los gentiles a la Iglesia.
La mujer venciendo los parámetros religiosos de su cultura y con un corazón abierto busca a Jesús
Para que le concediera la salud espiritual a su hija, pues tenía un demonio muy malo; la cananea exponiéndose al rechazo le grita a Jesús diciéndole “Señor ten compasión de mí”; Jesús en muchas ocasiones había sentido compasión por los enfermos y por eso los había curado; pero en este caso Jesús no le presta atención a la mujer por ser cananea y continúa su camino
Los apóstoles interceden y le dicen a Jesús que la atienda, y aquí aparece la famosa expresión de Jesús: “No está bien echar a los perros, el pan de los hijos”, afirmando con esto, que no podía desperdiciar su palabra y su sanación con gente que no creía en él; la mujer abriendo su corazón le dice: “también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos” y al instante se escucha la proclamación de Jesús: “Mujer qué grande es tu fe; que se cumpla lo que deseas”.
Realmente en este relato no es importante el milagro realizado, lo preponderante es lo pronunciado por la mujer: “también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos”; porque muestra el deseo de abrazar la fe en Jesucristo; revela que la fe no conoce fronteras ni distingos de cualquier índole; expresa la apertura de un corazón que cree y que está dispuesto a amar.
La expresión en cuestión cobra valor porque nos enseña que nunca es tarde para adherir nuestras vidas al Señor
Que por más que nuestra cultura, nuestros valores, nuestras convicciones sean plurales, tenemos la oportunidad de adherirnos incondicionalmente a Jesucristo por la vía del amor y la esperanza.
Por parte de Jesús, una vez que le dice a la mujer “que se cumpla lo que deseas, que grande es tu fe”, quiere significar que Él nunca rechazó la fe dondequiera que la encontraba; mostrando así apertura a todo hombre y mujer, que con un corazón sincero decida seguir sus pasos, conocerlo y amarlo.
En síntesis, este relato bíblico enfatiza en la imagen de un Jesús que tiene sus manos abiertas para estrecharnos junto a su pecho; que por encima de las diferencias y fronteras que ha inventado la humanidad, con su inmenso amor sigue cobijando al mundo entero.
Hermanos y Hermanas, que bajo el amparo tierno del Corazón Inmaculado de María, podamos nosotros al estilo de Jesús acoger a las personas con amor, superando fanatismos, fundamentalismos, fronteras y ortodoxias sin sentido.
P. Ernesto León D. o.cc.ss
Superior Viceprovincial de Oblatos
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