CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CC.SS DE JESÚS Y MARÍA
Deuteronomio 4,32-34.39-40; Salmo 32; Romanos 8,14-17; Mateo 28,16-20
Domingo 31 de Mayo de 2015
EL MISTERIO DEL AMOR TRINITARIO ENCARNADO EN LA VIDA DEL MUNDO.
Es una alegría inmensa compartir con ustedes esta meditación sobre la Santísima Trinidad y más cuando desde el domingo pasado, este domingo y el que viene, la liturgia nos ha hecho y nos hará vivir pausadamente el misterio trinitario; hace ocho días celebramos la fiesta de Pentecostés, hoy la de la Santísima Trinidad y el domingo entrante meditaremos en el Corpus Christi, presencia eucarística que da vida a todos los creyentes.
Centrando nuestra atención en la Solemnidad de hoy, es conveniente decir que el contenido de la predicación de la Iglesia es la Santísima Trinidad, fiesta que hoy estamos celebramos con gozo y alegría y que se trata de la cercanía de Dios a los hombres en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo.
La Iglesia cree en un solo Dios uno y trino, una sola naturaleza y tres personas distintas, cree en un Dios que lo trasciende todo, en cuánto Padre”, principio y fuente de lo existente; en un Dios que lo penetra todo por su Palabra, que es Jesucristo y en un Dios que lo invade todo, gracias a la acción del Espíritu Santo.
Esta reflexión desarrollará los tres conceptos anteriores.
1.- Dios lo trasciende todo.
Esta expresión se entiende mejor si recurrimos a los nombres atribuidos a Dios Padre en el Antiguo Testamento a saber: a) Roca de Israel que es igual a fundamento; b) Escudo que significa defensa; c) Pastor sinónimo de cuidado; d) Altísimo, eterno y santo, calificativos que hablan de trascendencia, d) Elohin, que significa Dios de nuestros padres, Dios nuestro, Dios de nuestros ancestros; y finalmente e) Jhavé, entre otros nombres, que manifiesta las acciones maravillosas que realizó en favor de los hombres, revelándose así como su Dios no obstante mostrarse a veces con un rostro de desagrado y a la vez con otro de ternura y compasión.
Desde lo expresado anteriormente lo que trasciende en Dios, es su presencia en medio de su pueblo, trasciende el amor en las estructuras del mundo, conformadas en ocasiones por muerte y por miseria; trasciende Dios en el pensamiento de los hombres y mujeres que incapaces de aprehender completamente su misterio con la mente, terminan amándolo con el corazón. Dios trasciende en los sueños y en las ilusiones de los hombres y mujeres, cuándo estos desean ser presencia de amor y bondad en la vida de los suyos, trasciende en las realidades sociales cuándo los valores de la solidaridad y de la paz dejando de ser una utopía, se concretan en el mundo.
Para comprender mejor esto que acabo de decir los invito a que busquen en sus biblias el salmo 139 (138) en donde encontraremos la trascendencia de Dios en la vida de los hombres y mujeres de todas las culturas.
2.- Dios lo penetra todo.
Este acto divino se da por la Palabra de Dios que es Jesucristo su Hijo amado; por la Palabra, Dios hizo todo, por la Palabra encarnada en Jesucristo se nos dio la gracia, por la Palabra que como semilla se sembró en el corazón de la humanidad, es que podemos decirle a Dios “ABBA” – Padre.
Por la Palabra que es Cristo que lo penetra todo, es que los creyentes hemos obtenido la salvación; Jesucristo es la Palabra del Padre y por Él hemos conocido a Dios; así pues hermanos y hermanas; el mundo, penetrado, permeado por la Palabra ha de convertirse en signo de amor, nuestras familias por su parte han de ser la cuna de Dios y nuestro corazón penetrado por la Palabra ha de ser signo claro de vida y comprensión para los nuestros.
La fuerza del concepto que estamos desarrollando, podremos evidenciarlo en la lectura del prólogo del Santo Evangelio según San Juan Cap 1,1-18., que es nuestra misión convertirla en oración.
3.- Dios lo invade todo.
Este título es una realidad gracias a la fuerza del Espíritu Santo, quien ha hecho posible la nueva creación en la fundación de la Iglesia, es el Espíritu Santo, fuerza de Dios, que lanza a la Iglesia naciente hasta las extremidades de la tierra predicando a Jesucristo, es el Espíritu Santo, quien invadiendo las entrañas mismas del mundo, se constituye en signo de vida y esperanza para los pueblos sumergidos en las guerras. Para este tercer aspecto leamos: Romanos 8,14-17.
Celebrar la fiesta de la Santísima Trinidad, es comprender en la vida cotidiana que “hay diversidad de dones pero un mismo Espíritu; diversidad de servicios pero un mismo Señor; diversidad de funciones, pero un mismo Dios que lo hace todo en todos”.
Hermanos y hermanas que nuestra Madre del cielo en la advocación de su Inmaculado Corazón despierte en nosotros un amor inmenso a este misterio Trinitario, fuente y culmen de la vida cristiana.
El domingo que viene los invitamos a celebrar en cada una de las parroquias la fiesta del CORPUS CRISTI, solemnidad que nos vuelve UNO en torno al misterio del Cuerpo y de la Sangre del Señor, alimento de vida para cuerpos, mentes y corazones fatigados por el peso de la vida.
P. Ernesto León D. o.cc.ss
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