LECTIO DIVINA PARA EL 26 DE FEBRERO DE 2017
Domingo 8º Durante el Año Ciclo A
TEXTO BÍBLICO: Mateo 6, 24-34
El dinero
24 »Ningún esclavo puede trabajar al mismo tiempo para dos amos, porque siempre obedecerá o amará a uno más que al otro. Del mismo modo, tampoco ustedes pueden servir al mismo tiempo a Dios y a las riquezas.
Las preocupaciones
25 »No vivan pensando en qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el cuerpo solo para que lo vistan.
26 »Miren los pajaritos que vuelan por el aire. Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin embargo, Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo que necesitan. ¡Y ustedes son más importantes que ellos!
27 »¿Creen ustedes que por preocuparse vivirán un día más?
28 Aprendan de las flores que están en el campo. Ellas no trabajan para hacerse sus vestidos.
29 Sin embargo, les aseguro que ni el rey Salomón se vistió tan bien como ellas, aunque tuvo muchas riquezas.
30 »Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan poco tiempo, ¿acaso no hará más por ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a confiar en Dios!
31 »Ya no se preocupen por lo que van a comer, o lo que van a beber, o por la ropa que se van a poner.
32 Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan.
33 »Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten. 34 Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada día.
TRADUCCION EN LENGUAJE ACTUAL.
1 – LECTURA
¿Qué dice el texto?
Pistas para la lectura
Queridos hermanos:
La Palabra de Dios de esta semana, en su texto evangélico, desarrolla dos temas fundamentales; distintos pero profundamente relacionados:
· Versículo 24: la actitud ante el dinero y las riquezas en general.
· Versículos 25 al 31: la confianza en Dios que siempre cuida de sus hijos.
· Versículos 32-34: la obediencia a Dios como rey de nuestras vidas.
La primera parte es corta y contundente: no se puede servir a Dios y a las riquezas.
Al menos al mismo nivel. O está primero Dios o están primero las riquezas. Jesús toma la imagen, propia de su época, de un esclavo: no puede servir a dos amos; o a uno o a otro. De la misma forma debe entenderse la actitud del discípulo con respecto a su Dios y a las riquezas, el dinero o los bienes de consumo. Y este planteo no tiene que ver con la cantidad de riquezas o dinero, sino con la actitud que se tiene ante ellos. Aunque las riquezas o el dinero sean muy pocos, pueden atar el corazón de una persona. Por el contrario, puede ocurrir que una persona que tenga muchas riquezas y dinero, pero si tiene a Dios por sobre todas las cosas y busca compartir lo que tiene, no va a estar atada a sus posesiones.
La segunda parte del texto es más larga y más descriptiva. Se nos invita a confiar en Dios. Si miramos la naturaleza y vemos como Dios «cuida» de las plantas y los animales descubriremos cuál debe ser nuestra actitud. Para Dios valemos mucho más que las plantas y los animales por eso nos va a cuidar con predilección. ¿Qué hay que hacer entonces? Confiar en Él. Por más esfuerzos que hagamos no vamos a añadir un día más a nuestra vida en la Tierra. Por eso, siendo responsables, debemos «abandonarnos» en Dios y enseñar a los demás la misma actitud de confianza.
Por último, la actitud que se nos reclama es que lo tengamos a Dios como rey de nuestra vida y obedezcamos su Palabra. Así tendremos una vida «asegurada» por la presencia del bien y el amor a pesar de las dificultades de nuestro mundo.
Preguntas para la lectura
· ¿Por qué un esclavo no puede «trabajar» para dos amos o dueños al mismo tiempo?
· ¿Qué ocurriría si el esclavo estuviera al servicio de dos patrones al mismo tiempo?
· En el corazón del ser humano: ¿compiten Dios y las riquezas?
· ¿De qué cosas no hay que preocuparse en la vida cotidiana?
· ¿Por qué no hay que poner al centro de la vida la preocupación por el comer?
· ¿Qué hay que aprender de las «flores del campo»?
· ¿Cómo trata Dios a los seres humanos que ha creado?
· ¿Por qué hay que confiar infinitamente en Dios?
· ¿Qué es la «Divina Providencia»?
· ¿Por qué Dios tiene que ser el único Rey de la vida de los seres humanos?
· ¿Hay que obedecer la Palabra de Dios?
2 – MEDITACIÓN
¿Qué me dice? ¿Qué nos dice?
Preguntas para la meditación
· En mi vida de joven: ¿cómo se manifiesta está competencia entre Dios y las riquezas del mundo?
· ¿Busco tener al Señor como centro de mi vida o queda siempre en un segundo lugar?
· ¿A qué le doy más importancia en mi vida? ¿A los bienes materiales que tengo, al poco o mucho dinero del que puede disponer?
· ¿Cómo afecta en mi vida la «sociedad de consumo»? ¿Estoy pendiente de las «marcas» de los objetos? ¿Estoy preso de la «moda» del momento?
· ¿Confío realmente en Dios?
· ¿Experimento cómo Dios es un Padre Bueno que siempre y en todas las circunstancias cuida y protege a sus hijos dándole todo lo que necesite?
· ¿Aprendo la «lección» de las flores del campo?
· ¿Me dejo guiar por Dios en mi vida?
· ¿Confío en la Divina Providencia?
· ¿Acepto que Dios es mi único Rey?
· ¿Busco obedecer siempre la Palabra de Dios?
3 – ORACIÓN
¿Qué le digo? ¿Qué le decimos?
Para responder a Dios que nos habló en su Palabra podemos utilizar un salmo.
Proponemos el Salmo 3 que invita a la confianza profunda en Dios:
Confiando en Dios
(1) David compuso este salmo cuando estaba huyendo de su hijo Absalón.
1 (2) Dios mío,
son muchos mis enemigos;
son muchos los que me atacan,
2 (3) son muchos los que me dicen
que tú no vas a salvarme.
3 (4) Sólo tú, Dios mío,
me proteges como un escudo;
y con tu poder
me das nueva vida.
4 (5) A gritos te llamo,
y desde tu templo me respondes.
5 (6) Yo me acuesto,
y me duermo,
y vuelvo a despertar,
porque tú vigilas mi sueño.
6 (7) No me asustan los muchos enemigos
que me tienen acorralado.
7 (8) ¡Dios mío,
levántate y ponme a salvo!
¡Rómpeles la cara a mis enemigos!
¡Rómpeles los dientes a los malvados!
8 (9) Dios mío,
sólo tú puedes salvarme;
¡bendice a tu pueblo!
4 – CONTEMPLACIÓN
¿Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje?
Para la contemplación proponemos una oración vocal que oriente y direccione nuestra interiorización del Texto Sagrado.
Señor Jesús,
ponemos en tus manos nuestra vida,
queremos confiar en tu Divina Providencia,
para ser humildes y sencillos,
para escuchar y obedecer tu Palabra,
para tenerte como centro de la vida,
dejando en segundo lugar las riquezas
y posesiones de este mundo.
Queremos amarte y serte profundamente fieles.
Amén, amén.
5 – ACCIÓN
¿A qué me comprometo? ¿A qué nos comprometemos?
Propuesta personal
· Elegir alguno de los bienes o riquezas de la vida para, de manera particular, compartirlo con los demás jóvenes o miembros de tu familia.
Propuesta comunitaria
· Elaborar una estrategia con tu grupo de jóvenes para atender y socorrer de manera particular a aquellas personas que menos tienen. Es un signo concreto de querer compartir las propias «riquezas» (pocas o muchas) con los demás.
Padre: Lic. Gabriel Mestre
CELAM/CEBIPAL-SEJ – SOCIEDADES BIBLICAS UNIDAS