» Mí mensajero »
O «Ángel del Señor» (así lo llama la versión griega).
Es probable que sea una abreviatura de malachjah, palabra hebrea que significa «mensajero del Señor».
Algunos consideran que Malaquías no es un nombre sino una designación, debido a que esta misma palabra hebrea malachi es traducida «Malaquías» en el capítulo 1:1 y «mi mensajero» en el 3:1. No conocemos otros detalles personales de Malaquías.
Malaquías es el último de los tres profetas posteriores al exilio.
Él no brinda ningún detalle acerca de la fecha y de la duración de su ministerio. No obstante, al leer el libro uno puede deducir que el templo de Jerusalén ya había sido reconstruido y que los sacerdotes ofrecían sacrificios (Malaquías 1:6-14). También observamos que un príncipe (del rey de Persia) reinaba en la tierra (Malaquías 1:8). Por otro lado, la triste condición del pueblo es muy similar a la que describe Nehemías 13.
La serie de los profetas menores se cierra con Malaquías, que vivió en tiempos de Esdras y Nehemías, casi un siglo después de los profetas Ageo y Zacarías, cuando el Templo estaba ya reedificado y se había reanudado el culto. Malaquías sólo será sucedido, cuatro siglos más tarde, por el Precursor, a quien él mismo anuncia (como también la vuelta de Elías: cf. 3, 1 y 4, 5 s.), y a quien Jesús había de caracterizar como el último y mayor profeta del Antiguo Testamento, al decir: «La Ley y los profetas llegan hasta Juan» (Lc. 16, 16).
Después de recordar, como una sentencia que agrava la culpa de Israel, cuánto fue el amor de Dios por su pueblo, Malaquías lucha contra los mismos abusos contra los cuales se dirigen los libros de Esdras y Nehemías, es decir, la corrupción de las tribus vueltas de Babilonia.
«El estado moral de los judíos en Palestina se hallaba entonces bien lejos de ser perfecto. Una profunda depresión se había producido a este respecto desde los días mejores en que Ageo y Zacarías promulgaban sus oráculos. Malaquías nos muestra a la nación teocrática descontenta de su Dios porque tardaban mucho, según ella, en realizarse las promesas de los profetas anteriores» .
Empieza tratando de los sacerdotes y del culto, por lo cual reprende a los ministros del Señor que se han olvidado del carácter sagrado de su cargo (1, 6-2, 9). Predica luego contra la corrupción de las costumbres en el pueblo (2, 10-3, 18), los matrimonios mixtos y los frecuentes divorcios, y exhorta a pagar escrupulosamente los diezmos.
Al final anuncia el profeta la segunda venida de Elías como precursor del gran día del Señor, juntamente con predicciones mesiánicas muy importantes. Cf. 3, 1; 4, 5-6.
Teniendo en cuenta estos hechos, concluimos que Malaquías vivió aproximadamente en la época de Nehemías. Algunos estudiosos ubican el servicio de Malaquías antes del tiempo de Nehemías, mientras que otros piensan que él profetizó cuando Nehemías había retornado de Jerusalén a la corte persa (Nehemías 13: 6-7). Otros incluso determinaron que el ministerio de Malaquías fue posterior a la época de Nehemías. En todo caso estaríamos hablando de la segunda mitad del siglo V a.C. (aproximadamente 450-425 a.C.).
Luego del último mensaje del Antiguo Testamento, dado por Malaquías, siguieron 400 años de silencio durante los cuales Dios no se dirigió a su pueblo hasta que Juan el Bautista se levantó para preparar el camino del Señor (cfr. Malaquías 3:1 y Marcos 1:2).
DESIGNIOS
El último mensaje de Dios a su pueblo terrenal, Israel, fue dirigido al remanente que había retornado de la cautividad babilónica. Este remanente fracasó durante las décadas siguientes a su retorno en lo que respecta a su testimonio para Dios. Si bien es cierto que estos judíos no servían más a los ídolos que tenían antes del exilio, sin embargo su condición moral estaba marcada por la indiferencia, el desprecio y la incredulidad hacia Dios.
En estas circunstancias, el Señor manifiesta su invariable amor por su pueblo, a la vez que le muestra con severidad sus pecados y cómo se desviaron de Sus mandamientos (Malaquías 1-2). Dios también anuncia a los judíos que caerán sobre ellos juicios severos antes del día del Señor, el cual, en cambio, se levantará para bendición de aquellos que se arrepientan (Malaquías 3-4). Como si Dios quisiera remarcar Su último mensaje, la expresión “así dice el Señor” aparece unas 25 veces en todo el libro.
CARACTERÍSTICAS
a) Las ocho preguntas del pueblo
En estas ocho preguntas puede verse claramente la pésima condición en la que se hallaba el pueblo de Israel. Malaquías las menciona, y él mismo brinda las respuestas de Dios. Las preguntas son las siguientes:
¿En qué nos amaste? (1:2)
¿En qué hemos menospreciado tu nombre? (1:6)
¿En qué te hemos deshonrado? (1:7)
¿Por qué? (2:14)
¿En qué le hemos cansado? (2:17)
¿En qué hemos de volvernos? (3:7)
¿En qué te hemos robado? (3:8)
¿Qué hemos hablado contra ti? (3:13)
Cada una de estas preguntas está precedida por la expresión “dijisteis”. Estas palabras aparecen cuatro veces más en los capítulos 1:7,12,13; 3:14. Estas preguntas nos indican el grado de malicia e insolencia que este pueblo tenía para con Dios.
b) El mensajero del Señor
En el capítulo 3:1 El Señor anuncia a su mensajero, el cual preparará el camino delante de Él. Observamos en Mateo 11:10 y en Marcos 1:2 que este anuncio se refiere a Juan el Bautista, quien fue el precursor del Mesías, y que además anunciaba la venida de Cristo en gracia.
Pero, en el capítulo 4:5, Dios también dice que Elías sería enviado antes de la venida de Cristo. El Señor mismo aplicó esta profecía a Juan el Bautista (Mateo 11:14; cfr. Lucas 1:17). El mismo Juan afirmó que él no era Elías (Juan 1:21). Pero esta aparente contradicción se desvanece por el hecho de que luego de sufrir el rechazo, Cristo aparecerá por segunda vez en gloria y para juicio. Por lo tanto, antes del “día del Señor, grande y terrible” aparecerá Elías y anunciará la segunda venida de Cristo para juicio (Apocalipsis 11: 3-6).
Resumen del contenido
I. Malaquías 1:1-5: Introducción: El amor de Jehová por Israel
II. Malaquías 1:6 – 2:16: Las culpas que presenta Jehová
Capitulo 1:6 –14 Las ofrendas impías.
Capítulo 2: 1-9 El comportamiento impío de los sacerdotes.
Capítulo 2: 10 –16 El comportamiento impío del pueblo.
III. Malaquías 2: 17- 4:3: La admonición del Señor.
2: 17 – 3:6 El juicio venidero.
3: 7 – 15 El llamado al arrepentimiento.
3: 16 – 4:3 El día del Señor.
IV: Malaquías 4:4 – 6: El fin: Moisés y Elías.
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