Altotting: Santuario mariano, corazón de Baviera
El santuario mariano más importante de Alemania. La historia comienza en el año 1489 cuando un niño ahogado en el río vuelve a la vida gracias a la intercesión de la Virgen María. Desde entonces los peregrinos visitan el santuario para venerar a María con el Niño Jesús en brazos, representada en una talla de estilo gótico. La talla es del siglo XV.
Este santuario es muy querido por el Papa Benedicto XVI quien fue catedrático en Altötting y en el 2005 llamó al santuario de Altötting el «corazón de Baviera». El papa otorgó al santuario el honor papal de la Rosa de Oro en abril del 2008, siendo el primer santuario alemán en recibirlo.
El pueblo de Altötting tiene unos cien mil habitantes y está situado junto a los Alpes, entre Múnich y Salzburgo.
Cada año acuden más de un millón de peregrinos y turistas a visitar Nuestra Señora de Altötting (Unsere Liebe Frau von Altötting). El santuario esta bajo la dirección de los padres capuchinos.
En la Kapellplatz, plaza central del pueblo, está la Gnadenkapelle (La Capilla de la Gracia), la Iglesia Santa Magdalena, la Sala de Congregación Mariana y el Rathaus (Alcaldía).
También en Altötting se encuentra el cuadro panorámico de la Crucifixión de Cristo, de 1903 y otros tesoros.
Benedicto XVI y la Virgen Negra de Altötting
La Peregrinación al Santuario de Altötting tiene un significado muy especial para el Obispado de Passau, donde se encuentra este centro de peregrinación de más de 1250 años, y depósito de la piedad mariana del pueblo católico de Baviera y Alemania desde hace 500 años. Más de medio millón de peregrinos pasan cada año ante la imagen de la Virgen Negra que se venera en uno de los altares de la Gnadenkapelle (Capilla de la Gracia), y colocan a sus pies todas sus necesidades, sus deseos, sus propias vidas.
Ya desde muy pequeño se dirigía el niño Joseph Ratzinger de mano de sus padres hasta el santuario de la «querida Señora de Altötting». Fue también en 1934 cuando el pequeño Joseph guardó en la memoria y el corazón lo que vivió el día de la canonización del Hermano Konrad de Parzham en esta ciudad, tanto que luego de algunos años, el entonces Cardenal Ratzinger decía que «este pequeño santo es una gran signo para nuestro tiempo, que me toca interiormente tanto más, cuanto más vivo unido a él». El Papa Benedicto es muy expresivo al referirse al «desde antiguo veneradísimo santuario», «el mayor centro de peregrinación de Baviera», pues al igual que su predecesor, Juan Pablo II, se experimenta profunda y especialmente unido a la Madre de Dios.
400 años de fundación de la Congregación Mariana Masculina
A lo largo de su vida son muchas las veces y ocasiones en que Benedicto XVI ha llegado hasta este santuario, en visitas privadas y oficiales. Durante el año jubilar de 1989, fue el Cardenal Ratzinger quien presidió la celebración inaugural. Diez años más tarde, en 1999 vino como conferencista principal para la celebración de los 400 años de fundación de la Congregación Mariana masculina. En el 2001 acompañó durante la última etapa, a miles de peregrinos que llegaron a pie hasta el santuario. En enero de 2005, meses antes de su elección como Papa, realizó una peregrinación privada con su hermano Georg.
Posteriormente, ya como Sucesor de Pedro, el 24 de abril de 2005, le agradecía al alcalde de Altötting, Herbert Hofbauer, por la réplica de la Virgen Negra que le obsequiara, refiriéndose al Santuario como «el corazón de Baviera, y uno de los corazones de Europa».
Hoy en día es posible realizar un trayecto denominado «tras las huellas de la infancia y juventud de Benedicto XVI», en el que se recorren 224 kilómetros a lo largo del río Inn pasando por ciudades como Mühldorf, Aschau y Wasserburg, para continuar luego hacia Traunstein, Tittmoning, Burghausen y Marktl am Inn hasta el destino final, Altötting.
Fuente: https://www.mariamadrededios.com.ar