¡Oh amantísima Madre de El Cisne! tu solo nombre llena de gozo el corazón, y suave paz el alma. Y ¿Quién podrá contar las penalidades que habéis remediado? ¿Qué corazón habrá tan duro que no se haya convertido al invocarte? ¿Qué pesar no encontrará en tus labios una sonrisa de calma y de ventura? Sí, María, confiados en que eres toda bondad y misericordia, encomendamos las necesidades, que por todos lados nos oprimen; en tus manos está el Omnipotente Corazón de Dios. muévele, pues, a favor nuestro. Ya que somos tus hijos, tenemos derecho a tu maternal compasión, y nuestras súplicas jamás serán desatendidas.
Amén.
Fuente: Manual de Piedad Misioneros Oblatos
PROVERBIOS
Capítulo 10, 1-5
El hijo sabio es la alegría de su padre, el hijo necio entristece a su madre. Tesoros mal adquiridos no aprovechan, mas la justicia libra de la muerte. Yahveh no permite que el justo pase hambre, pero rechaza la codicia de los malos. Mano indolente empobrece, la mano de los diligentes enriquece. Amontonar en verano es de hombre sensato, dormirse en la cosecha es de hombre indigno.
Capítulo 10, 6-10
Bendiciones sobre la cabeza del justo; pero la boca de los impíos rezuma violencia. El recuerdo del justo sirve de bendición, el nombre de los malos se pudre. El sensato de corazón acepta los mandatos, el hombre charlatán corre a su ruina, quien va a derecho, va seguro, quien va con rodeos es descubierto. El que guiña de ojos, dará disgustos, quien reprende a la cara, proporciona paz.
Capítulo 10, 11-16
Manantial de vida la boca del justo, la boca de los impíos rezuma violencia. El odio provoca discusiones, el amor cubre todas las faltas. En labios del inteligente se encuentra sabiduría, palo a las espaldas del falto de seso. Los sabios atesoran conocimiento, la boca del necio es ruina inmediata. La fortuna del rico es su plaza fuerte, la ruina de los débiles es su pobreza. El salario del justo es para vivir, la renta del malo es para pecar.
Capítulo 10, 22-26
La bendición de Yahveh es la que enriquece, y nada le añade el trabajo a que obliga. Como un juego es para el necio cometer el crimen, la sabiduría lo es para el hombre inteligente. Lo que teme el malo, eso le sucede, lo que el justo desea, se le da. Cuando pasa la tormenta, ya no existe el malo, mas el justo es construcción eterna. Vinagre para los dientes y humo para los ojos: así es el perezoso para quien lo envía.
Capítulo 10, 27-32
El temor de Yahveh prolonga los días, los años de los malos son acortados. La espera de los justos es alegría, la esperanza de los malos fracasará. Fortaleza es para el íntegro la senda de Yahveh; pero ruina para los malhechores. Jamás el justo será conmovido, pero los malos no habitarán la tierra. La boca del justo da frutos de sabiduría, la lengua perversa será cortada. Los labios del justo saben de benevolencia; la boca de los malos, de perversidad.