Padre Julio Matovelle
Sacerdote, abogado, poeta y político nacido en la ciudad de Cuenca el 8 de septiembre de 1852, hijo de don Santiago Matovelle y de la señora Juana Maldonado.
Por razones de índole familiar que no vienen al caso analizar, el pequeño pasó una infancia muy triste, pues desde su más tierna edad vivió primero con una tía, posteriormente fue criado por una india de un lugar cercano a Cuenca y finalmente pasó a cuidados de una mujer del pueblo llamada María Quinde, que lo amó y cuidó como una verdadera madre, aunque por su pobreza no pudo alimentarlo adecuadamente, por lo que el niño creció débil y enfermizo.
Profundo amante de las letras y la literatura, dedicaba al estudio todas las horas libres que le dejaba la universidad. Leía y estudiaba todo libro que caía en sus manos, especialmente los de autores antiguos, que lo cautivaban no precisamente por la perfección de la forma sino por su gran sentido de la sencillez y la verdad. Entregado a estos estudios, tomó en sus manos también el Nuevo Testamento y se adentró en él para nutrirse con las Epístolas de los Apóstoles.
1869 el jesuita Miguel Franco lo tomó bajo su dirección.
Marzo de 1870 ingresó a la Congregación de la Anunciata, empezó a rezar el oficio parvo diariamente, a tomar apuntes de su vida en un tomo de Memorias Intimas. En Junio se consagró a los corazones de Jesús y María y queriendo ser útil participó en la Conferencia de San Vicente de Paul y en la Sociedad de la Esperanza que dirigía su profesor Luis Cordero.
A los 10 años de edad entró en el Seminario de Cuenca donde en 1871 se graduó de bachiller, e inmediatamente ingresó a la Universidad para estudiar
Entre 1871 y 1872 envió varias poesías al periódico “La Aurora” tales como: A Cuba, Un Adiós, Ansiedad, Meditación, El Nombre de María, así como varios ensayos sobre Las Coronas, La Familia, Un Paseo en las Vacaciones.
1872 se graduó de Bachiller y por consejo del Padre Franco que le dijo: “Estudie Ud. la Jurisprudencia y después pensaré en el Sacerdocio, a fin de que sea más útil a la Patria”. Así pues, inició dicha carrera y fue electo Presidente del Apostolado de la Oración. Entonces escribió un artículo en alabanza a García Moreno, que su protector Jesuita llevó a Quito y gustó tanto que se republicó en el diario “Los Andes de Guayaquil”.
1873 fue electo Presidente de la Academia San Luis Gonzaga sesionando cada semana “para forjar luchadores, infundir el catolicismo en la juventud y defender su doctrina” pero también componía versos, representaban obras de teatro y dictaban charlas científicas.
1874 pasaron unas vistas fijas cinematográficas que causaron sensación pues era la primera ocasión que en Cuenca se veía lo que era el famoso París. García Moreno seguía de cerca sus pasos a través de los jesuitas Franco y Teódulo Vargas y al conocer el éxito de esas sesiones, emocionado dijo “Matovelle es el sol de la Juventud”. Ese año, su joven amigo el poeta Juan Abel Echeverría, le dedicó varios versos elogiosos.
1875 fundó el Liceo «Centro de estudios literarios». Por esa época fundó el «Liceo de la Juventud», al que pertenecieron los más brillantes jóvenes de la intelectualidad cuencana de esos años, como Remigio Crespo Toral, Honorato Vásquez, Alberto Muñoz Vernaza, etc. Colaboró en “El Cuencano” pero perdió a su protector que fue asesinado
1876, el 1°. de Enero comenzó a editar la revista “La Luciérnaga” donde aparecieron sus poesías” “A mi Patria”, “Una ganancia es morir”, “Los Monos comunistas” y “La Verdadera Gloria”, así como su ensayos “El Catolicismo y la libertad, breve consideraciones sobre la libertad, política de los pueblos en oposición al Cesarismo y al Liberalismo” en 53 págs. “La Educación y la Juventud” en 2 págs. “El mundo a vista de pájaro” en 4 págs. “Principios de Moral filosófica” en 3 págs. y “Las ruinas de Tomebamba” en 2 págs. El 26 de Febrero se representó en cinco actos en versos y con fondo musical, su tragedia “Un drama en las catacumbas”, escrita en 64 págs. e inspirada en la novela “Fabiola” de Wiseman, que Matovelle había arreglado en prosa y otra obra con el título de “San Nazario”. Ambas producciones gustaron muchísimo por su aire exótico y religioso.
Ese año colaboró en “La Voz del Azuay” y dedicó una sesión literaria el Presidente electo Antonio Borrero, quien le designó Profesor de Filosofía en el Colegio Nacional. Al producirse la revolución de Septiembre escribió el verso “Alerta Patria mía” y salió a combatir, pero enterado de las derrotas del gobierno de Galte y la loma de los Molinos, regresó a Cuenca y se escondió, semanas después fue despojado de su cátedra.
En septiembre de 1877 se retiró de la vida social para dedicarse más a Dios y en Mayo siguiente dejó sus pocos bienes a una hermana y fue al seminario, tomando al redentorista Félix Grisart por confesor, hubiera sido provechoso que viajara al Seminario de San Sulpicio en París como lo tuvo pensando, pero la falta de dinero se lo impidió. En éste mismo año, fundó una Asociación de Acción Católica, la primera en el Ecuador.
El 11 de Noviembre de 1877 se graduó de Doctor y fue nombrado defensor de Cárceles por la Conferencia San Vicente de Paul. El obispo Remigio Estéves de Toral le designó Profesor de Economía Política, Ciencia Constitucional, Estadística y Derecho Público Eclesiástico en el Seminario de Cuenca y como no fueron de su agrado los textos que encontró en uso, compuso tres libros para sus alumnos donde entre otras ideas dijo que “La Libertad civil nace de la Biblia.
Por Jesucristo ha desaparecido la esclavitud –del pecado– en el mundo, cuando los hombres se apartan de Dios éste los castiga con tiranos, la Pena de Muerte es lícita, la Soberanía se trasmite directamente de Dios a la autoridad y en los gobiernos monárquicos es un derecho no solo del Príncipe si no de su familia, contra el usurpador y el tirano no hay más remedio que la oración y la mejora de costumbres.
Los estados deben luchar por conservar la unidad religiosa, bien entendido que el Catolicismo es la única religión verdadera pues las demás nacen de la mentira y el Diablo” conceptos tomados de la Escolástica medioeval, totalmente en desacuerdo con las ideas imperantes en el siglo XX, llamado no sin razón, el siglo de la Luces; sin embargo, no ha faltado historiadores que por eso texto le han llamado “Arrogante reformador de las Ciencias Políticas, divulgador excelso de la buena doctrina”.
En 1878 Ingresa al seminario y se desempeñó como Profesor Universitario de Derecho Publico Eclesiástico.
En 1879 su amigo el Obispo Toral le conminó a hacerse sacerdote.
El 21 de febrero de 1880, el Ilmo. Obispo de Cuenca, Mons. Estévez de Toral, lo consagró sacerdote. Fue Prefecto de Piedad, preparó seminaristas, fundó la Academia de Derecho Público para divulgar los principios católicos en pugna con el liberalismo y en Junio de 1.881 sostuvo un certamen de tres horas de duración para condenar esa doctrina. Poco después empezó a madurar la idea de fundar una Congregación destinada a honrar el corazón de Jesús y escribió sus estatutos. Por cortos meses fue párroco de Pucará.
En 1883 hace parte de la Asamblea Nacional Constituyente, caído el dictador Veintemilla, obtuvo del Pentaviro Luis Crodero que se decretara la erección de la Basílica del Voto Nacional en agradecimiento por el triunfo obtenido. Ese año fue electo Representante del Azuay y lució en dicha Asamblea como el más fogoso orador del grupo ultramontano y como “filósofo de fuste”, si por ello se entiende la defensa de las doctrinas de la Iglesia ecuatoriana, retardataria e intransigente en extremo, a la que nadie atacaba; por eso defendió el diezmo y a los diezmeros, la vigencia de la Pena de Muerte, combatió a la revolución Francesa, lanzó oprobios contra la Confederación Helvética por la libertad y tolerancia de sus ciudadanos suizos y hasta habló mal de sus instituciones y leyes considerándolas instrumentos impíos por ser laicas, etc. pues no toleraba al estado moderno.
Igualmente se opuso al federalismo como forma de gobierno, pidió al delegado Apostólico Sambucetti la aprobación de su «Congregación de Misioneros Oblatos del amor divino” y antes de regresar a Cuenca estuvo tres meses ayudando en el Seminario Mayor de Quito al padre Pedro Schumacher, después célebre Obispo en Manabí.
El 6 de octubre de 1884 funda la Congregación de Padres Oblatos
En 1885 fundó la revista religiosa “La República del Corazón de Jesús” que pronto se hizo política y aunque dejó de publicarse en varias épocas, subsistió hasta principio del siglo XX. También fue director de la Junta Promotora del Congreso Eucarístico efectuado en Quito y pronunció el discurso de inauguración. Volvió nuevamente al Congreso y en la sesión preparatoria introdujo en el reglamento la asistencia oficial a la Catedral Metropolitana para la celebración de una Misa solemne al Espíritu Santo, como acto previo a la instalación. Al terminar las sesiones fue nombrado Consejero de Estado.
En 1886 es elegido diputado por la provincia de Azuay
En 1887 siguió defendiendo a los gobiernos fuertes y mantuvo polémicas con el diputado liberal Dr. Alejandro Cárdenas cuando éste protestó por el fusilamiento del Coronel Luis Vargas Torres. Entonces Matovelle dijo: “Toda revolución es un crimen. Jamás Jesucristo fue revolucionario sino libertador, cosa muy diferente”. No transigía ni daba cuartel al liberalismo y ni siquiera aceptaba el llamado liberalismo católico, al que llegó a calificar de “El peor de todos”. En Cuenca había fallecido el Obispo Toral y gobernaba en su reemplazo el Dr. Miguel León Garrido, su antiguo protector, quien le cedió el convento de la Merced que estaba en ruinas.
Ese año fue de múltiples trabajos. Reactivó cinco congregaciones que estaban decaídas y renovó la labor del apostolado en Cuenca, pero tuvo que abandonar la Casa de azogues hasta que dos años después creó la Comunidad de Madres Oblatas con la Madre Uriguen y tres monjas mas, que tomaron a cargo la educación femenina en Azogues, Paute y Biblián.
Nuevamente en el Congreso el 24 de Mayo de 1888 durante una cena ofrecida por el Presidente Antonio Flores Jijón, cuando éste refirió los experimentos y fenómenos de espiritismo y magnetismo que había visto en Europa y los Estados Unidos, observó con inconveniencia que todo aquello era obra exclusiva del demonio y citó textos latinos. Una carcajada del ministro Francés fue lo que “recibió como respuesta y cuando el silencio se hizo general, el referido diplomático le preguntó ¿y cree, Padre que el diablo existe? Matovelle se levantó airado y se despidió de mala gana.
Al día siguiente, el diario “La Tijera”, relataba la escena presentándola con el aspecto de una conferencia espiritista del primer mandatario. Poco después Matovelle se opuso denodadamente a la concurrencia del Ecuador a la Exposición Universal de París, manifestando que nuestra Patria no podía sumarse a la celebración del Centenario de la Revolución impía y volvió a defender el derecho de la Iglesia al cobro del Diezmo. Por todo ello fue llamado “El Paladín de Jesucristo”.
En 1.889 editó un pequeño opúsculo sobre la Virgen de la Nube y empezó a salir por entregas sus “Principios Generales de Derecho Eclesiástico” en 283 págs.
En 1890 es nombrado miembro del Centro de estudios históricos y geográficos del Azuay
El 8 de abril de 1892 funda la Congregación de Madres Oblatas. Ese año obtuvo la Consagración oficial del Ecuador al Purísimo Corazón de María. El 10 de Julio de 1.892 colocó la primera piedra de la Basílica del Sagrado Corazón en Quito y logró que el Presidente Luis Cordero decretara el establecimiento de la Fundación Salesiana para la enseñanza de Artes y Oficios y para las Misiones en el oriente.
En 1894 se opuso en el Congreso a la calificación como Senador por Esmeraldas del Dr. Felicísimo López por prohibirlo el Derecho Canónico, ya que estaba excomulgado por el Obispo de Portoviejo, Pedro Schumacher, ocasionándose uno de los escándalos más grandes que ha presenciado el país.
En 1897 editó “Veladas del Cenáculo: Colección de Prácticas piadosas, y Lecturas espirituales” en 206 págs. “Breves noticias históricas del Santuario de Nuestra Señora del Rocío” en 24 págs.. y fundó la revista “El Heraldo de la Hostia Divina”.
En 1898 tuvo que vivir escondido en diversos lugares pues el gobernador liberal de Cuenca, General Manuel Antonio Franco, había dispuesto su captura. Para llenar el tiempo editó “Devocionario en honor de Nuestra Señora de los Dolores y Regla de la Tercera Orden de los Servistas” en 91 págs.. también comenzó a estudiar la obra del Padre Cornelio Alápide sobre el Apocalipsis (1).
A fines de 1899 el Presidente Alfaro le ofreció un salvoconducto y pudo salir a Lima, alojándose en la Casa de Copacabana del Cercado bajo la protección del Arzobispo de Lima, Monseñor Tobar, que le designó Capellán del Colegio femenino de Santa Eufrasia en esa capital.
En 1900 editó “La Causa del Sagrado Corazón en la República del Ecuador” y después de dos años de destierro se acogió a la amnistía decretada por el nuevo Presidente liberal, Leónidas Plaza.
En mayo de 1902 volvió a Cuenca y fue designado Canónigo Honorario pero prefirió continuar a Quito, para hacerse cargo de la prosecución de los trabajos de la Basílica, cuyo terreno quería revertirlo el gobierno. Entonces publicó “Documento para la historia de la beata Mariana de Jesús, Azucena de Quito” con un sermón del Padre Alonso de Rojas. S. J. en octavo y 436 págs.. Con sus Oblatos, se encarga de la construcción de la Basílica del Voto Nacional.
En 1904 fundó el periódico “El Voto Nacional” que pronto trató asuntos políticos en flagrante violación al estado laico. Mientras tanto continuaba con los trabajos de la Iglesia del Santo Cenáculo de Cuenca, pero su Orden de los Oblatos atravesaba por un mal momento y sus miembros comenzaron a devolver las parroquias para vivir comunitariamente.
En 1906 recopiló sus composiciones poéticas en “Miscelánea” en 115 págs.
En 1910 es nombrado miembro de la Sociedad de Americanistas de París y de la Academia Nacional de Historia. Organizó una Asociación de Sacerdotes Adoradores en la Basílica y editó el mejor de todos sus libros “Imágenes y Santuarios célebres de la Virgen Santísima en la América española, señaladamente en la República del Ecuador”, en cuarto y 598 págs.., así como el folleto “Historia del culto a Nuestra Señora de las Mercedes en la República del Ecuador” en octavo y 48 págs..
1915 figuró entre los fundadores de la “Sociedad de Estudios Históricos y Geográficos del Azuay”.
1916 instaló la Junta Orientalista en Cuenca.
1917 se hizo cargo en Quito del Seminario Menor de Atocha.
1924 tuvo unas hemorragias muy tenaces y empezó a sentirse viejo y cansado. Era profesor de Religión fundamental y Apologética en la Asociación Católica de la Juventud.
1927 hace parte de la Academia de la lengua.
1928 funda la “Junta Promotora para la colonización del Oriente Ecuatoriano”
1929 Tras su pedido se funda una escuela en Galápagos.
Funda la Asociación de las “Señoras de la Caridad” y la casa S. José para las ancianas.
Es nombrado Miembro de la “Academia de la Lengua”
Asistió como Diputado por su provincia a varias asambleas y congresos donde su elocuencia y erudición le dieron gran renombre político, pero también le significó la enemistad y el destierro al Perú por parte del gobierno liberal del Gral. Eloy Alfaro.
Su vocación por las letras hizo que fundara muchas revistas y centros literarios como: «Luciérnaga», «El Liceo de la Juventud», «La República del Sagrado Corazón de Jesús», «La Academia del Derecho Público»» El Boletín de la Basílica del Sagrado Corazón» y «El Reinado Social de Jesucristo». Publicó además «El Catolicismo y la Libertad», » Un Drama en las Catacumbas», «Nuestra Señora de la Nube», «La Asunción de la Santísima Virgen», «Meditaciones sobre el Apocalipsis», «Documentos para la Historia de la Beata Mariana de Jesús», etc., obras en las cuales pone de manifiesto su calidad literaria y su profunda fe religiosa.
Gracias a sus gestiones obtuvo que los padres salesianos llegaran al Ecuador; fue el mentalizador, defensor y constructor de:
La Basílica del Voto Nacional y del monumento a la Santísima Virgen del Panecillo
«Por donde pasaba quería sembrar el bien, y lo sembró con su palabra y, lo que es más importante, con su ejemplo. Durante los primeros años entre sus compañeros, luego en la vida pública, en el Congreso Nacional, en el Convento, en la Congregación que fundara, entre sus discípulos, durante las Misiones, desde la Cátedra Sagrada, entre sus amigos, entre sus conciudadanos, entre todos los que le conocían, en todas partes, por donde sus nobles empeños lo llevaban, y lo hizo siempre con el carácter inalterable y dadivoso del sembrador congénito del Bien»
Adornado de méritos y virtudes sobrenaturales, murió en su ciudad natal, Cuenca, el 18 de junio de 1929, dejando en este mundo un caudal luminoso de ejemplos magníficos y enlutando a la Iglesia y a la Patria.
Su causa está abierta al proceso de beatificación, y en marzo de 1994 el Vaticano reconoció sus virtudes y milagros
ORACION POR LA PRONTA GLORIFICACION DE NUESTRO PADRE FUNDADOR
Oh dulcísimo Jesús que os dignásteis elegir a vuestro siervo el Padre Julio María Matovelle para apóstol del reinado social de vuestro divino corazón y del corazón inmaculado de María, os rogamos le glorifiquéis otorgándonos por su intercesión la gracia que os pedimos (petición) juntamente con vuestro amor y el reinado completo de vuestro Sacratísimo Corazón. Amén.
L. Padre nuestro…
T. Danos hoy…
L. Dios te salve…
T. Santa María…
L. Que nos bendiga la Virgen María,
T. Con su Hijo benditísimo.
OBRAS
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VIDEO
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