PARA ESTA SEMANA ABRIL 28 DE 2019
Mis queridos amigos de Santa Teresita, San José, el Carmen de La Habana, el Carmelo Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Saludos plenos de bendiciones. Dios nos ayude esta semana a vivir en plenitud la vida de hombres alentados y conformados por el Espíritu del resucitado.
Jesús cumple su Palabra. Ahora se hace presente para alentar a los discípulos en el caminar del apostolado. Jesús ya todo lo ha entregado amándonos siempre, en cualquier circunstancia y hasta el extremo. Ahora los once “tienen el aliento del Señor”. Él les había prometido el Espíritu que sería “palabra, luz, fuerza, seguridad y certeza en el caminar de la fe”. Ya nada les falta para que vayan a dar testimonio.
Ya tienen el poder de sanar, perdonar, liberar.
Tienen la responsabilidad de continuar anunciando al mundo el plan de Dios; ahora ellos deben invitar a la conversión y a la apertura del Reino. Ahora son ellos los elegidos por Dios, los ungidos por el Espíritu. Ya no hay miedos, ya no hay encierros. Pedro debe comenzar a liderar el rebaño, el pueblo, que el Señor le ha encomendado. Es hora de salir. ¡Ha resucitado el Señor!
El Señor, con la resurrección de su Hijo, ha restaurado la fe perdida, ha llenado de alegría la esperanza tan venida a menos, ha mostrado al mundo de nuevo su fidelidad. Y así como un día envió a su Hijo ahora nos envía a nosotros. Nos llena de fuerza y de poder y nos regala el mayor y mejor secreto de su corazón, de su forma de amar: el perdón. La relación entre los once y el Padre es la misma que mantuvo con el Hijo. Todo será a través del Espíritu que recibimos, ellos el primer día de la semana, nosotros en nuestro bautismo.
Hechos amor, hechos misericordia, hechos anuncio, hechos buena noticia para los demás: así nos hizo Dios y eso debemos ser.
Nosotros vamos a tener que aprender a creer sin ver, aprender a que la verdad de los otros es la verdad, aprender que no estamos creyendo en un Dios de mentiras o de engaños: Jesús es fiel, cumple sus promesas, se hace presente, nos regala su Espíritu, nos llena de paz. Jesús ha resucitado y no hay por qué dudarlo ya que para Dios nada ha imposible, Dios es la vida, la fuente de la vida y nunca dejará que uno de los suyos se pierda. Dios ha querido nuestra salvación y Jesús siempre se presentó como la resurrección y la vida, como el Pan, alimento que da la vida eterna. Y además habló de prepararnos sitio en la casa del Padre. ¡Ha resucitado, Dios ha cumplido su Palabra, su Hijo está vivo y nos ha enviado su Espíritu de paz y de perdón!
Hagamos creyentes, seamos dichosos y aprendamos a esperar todo del Señor. Trabajemos por el Reino y enamoremos de Dios a la humanidad.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd
Fuente: http://ow.ly/OxnF30ognq5