CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

PARA ESTA SEMANA ABRIL 7 DE 2019

PARA ESTA SEMANA ABRIL 7 DE 2019

Nos encanta aparentar de buenos y condenar a los que pensamos son malos.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo cargado de bendiciones para cada uno. Los mejores deseos de paz y bien para la semana que comenzamos. Ponerse en lugar del otro antes de condenar, ayudar a levantarse al que ha caído, entender que las personas necesitan más de amor que de juicios porque solo el amor devuelve la dignidad perdida por la falta o el pecado, son retos para estos días previos a la semana santa y que nos ayudan a una conversión desde el corazón.

No podemos negar que la gran mayoría tenemos la tendencia a juzgar y condenar a las personas que fallan y además consideramos que el pecado de los demás es mucho más grande y por lo tanto más grave que el nuestro propio.

Nos encanta aparentar de buenos y nos hacemos cómplices de las propias situaciones del pecado.

Juzgamos y condenamos a los demás y relativizamos nuestra culpa. Estrictos, severos y “justos” con los errores y equivocaciones de los demás y pacientes, misericordiosos con los propios pecados, con las faltas personales. Los demás, piensan muchos, merecen ser castigados y nosotros merecemos ser perdonados y ser absueltos de la propia culpa. A nosotros nos deben entender los demás, a los demás que nadie los entienda porque tienen que pagar por su manera de obrar. Hay personas que se sienten felices al evidenciar las faltas o pecados de los demás, pero temerosas a que sus propias faltas o pecados sean publicados.

El texto del evangelio para este cuarto domingo de Cuaresma (Jn. 8, 1-11) nos invita a la misericordia y a la compasión. Del pecado nos debemos alejar; frente al pecado debemos tomar decisiones radicales. Pero al pecador debemos rodearlo de amor y de compasión para que se “levante” y comience amado la nueva vida, la que creo, deseamos que asuma una vez nosotros hemos perdonado. Que el pecador entienda que el amor es el que salva y que el que condena sepa que salvar es amar con compasión.

El Evangelio nos invita a mirar a la víctima desde otro punto de vista, ya no como jueces porque al fin de cuentas todos somos pecadores, en un grado u otro todos tenemos de qué ser acusados o juzgados.

De vez en cuando hay que ponerse en el lugar de la otra persona que viene siendo acusada, verse en ese lugar es importante antes de emitir cualquier condena. A la hora de la verdad no es la mujer la que está siendo acusada, sino que al mismo Jesús a quien quieren condenar; la pecadora es solo una trampa que la maldad de los acusadores tiende para condenar a Jesús.

Jesús será condenado como aquella mujer por aquellos que son esclavos del propio pecado, de la maldad del corazón. Cuidado con que nuestros juicios no sean sino la expresión de un alma envenenada, de un corazón lleno de resentimientos.

Con mi bendición:

P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.

PARA ESTA SEMANA MARZO 31 DE 2019

Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd

Fuente: http://ow.ly/OxnF30ognq5

PARA ESTA SEMANA ABRIL 7 DE 2019