PARA ESTA SEMANA DICIEMBRE 19 DE 2021
En camino, dispuestos al encuentro con Jesús.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo especial en este cuarto domingo del tiempo de Adviento en el que vamos a contemplar la figura de María que ha aceptado ser la madre del Hijo de Dios y que se pone en camino para compartir con su prima Isabel lo que ha sucedido. El Ángel le ha dado la noticia a María que su prima está esperando un hijo; le cuenta que lo que parecía imposible ya no lo es porque Dios lo ha hecho posible.
María va al encuentro, allí las dos, junto con Zacarías, pueden hablar de las cosas del Señor, del proyecto que Dios tiene con Juan y con Jesús. En este domingo se encuentran personas de Dios, llenas de fe a través de las cuales Dios cambiará la dinámica de la salvación de la humanidad. ¡Se ha cumplido el tiempo!
María está motivada por el deseo de compartir con Isabel aquello que las dos están viviendo: lo que Dios está haciendo en sus vidas. Ella busca una persona que la pueda entender y que esté viviendo algo similar. María también quiere servir y lo hace con gusto, con el amor mismo que lleva en su vientre.
Adviento nos dispone a nosotros para que con alegría recibamos a Jesús.
Ya llega aquel que ha sido anunciado; llega Jesús a quien Juan Bautista debe preparar el camino. Llega el Salvador, ese que llenará de amor nuestra vida y de posibilidades nuestra conversión. Ya el Evangelio nos narra el primer encuentro aquí en este mundo de Jesús con Juan que se estremece, salta de gozo en el vientre de su madre porque el momento está cerca.
María, la que se ha puesto en camino, la que, desde el inicio de la vida de Jesús, en su vientre, lo anuncia, no necesita dar explicaciones. Isabel en su saludo a María nos hace un resumen de lo que María es para la humanidad y representa para la historia de la salvación: “la madre de mi Señor”; la mujer de fe: “dichosa tú que has creído que lo que te ha dicho el Señor se cumplirá” Y María en eterna gratitud canta las alabanzas del Señor que en ella ha mirado la humildad de su esclava. María es modelo de anuncio: ella lleva a Jesús en su ser. Jesús es su vida; a ella la encontramos siempre con Jesús, a su lado. María intercesora, nuestro consuelo y fortaleza después de la Pascua de su hijo.
Que esta última semana del Adviento nosotros la vivamos llenos de alegría. Que en lo que hacemos se manifieste la fe y que seamos capaces de ponernos al servicio de los más necesitados con el amor propio de quienes tenemos a Dios en el corazón.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Fuente: http://ow.ly/KDgs50Fe8gz
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