PARA ESTA SEMANA DICIEMBRE 9 DE 2018
Dios nos guía con misericordia y justicia.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Un abrazo y los mejores deseos para que en este tiempo del Adviento nos propongamos ser luz para los demás y que el camino hacia la Navidad lo iluminemos con gestos de justicia y de misericordia. Sea esta segunda semana del Adviento la semana del perdón, de enderezar el caminar y tomar decisiones que nos permitan crecer a todos en amor.
El anhelo de Dios con su pueblo es que se llene de alegría, que aprenda a practicar la justicia y vuelva a vestirse de gloria; que se ponga la corona que lo hace digno ante el mismo Dios y los demás pueblos y que permita, a través de las acciones personales, que Dios muestre su grandeza. Cambiando y viviendo rectamente, inspirados en Dios, hacemos de la experiencia religiosa algo provocativo y agente de transformación social.
Para vivir en el esplendor de la gloria de Dios, para ser imágenes de la belleza, ternura, misericordia, justicia y amor de Dios debemos despojarnos de todo lo que nos hace poco agradables, misericordiosos, tiernos, justos o amorosos a los ojos de los demás.
Dios sigue haciendo todo para que nosotros caminemos en rectitud, abaja montañas, allana caminos, rellena los valles, nos pone personas que nos ayudan, nos aconsejan; nos manda ángeles que acompañan el caminar y que nosotros debemos aprender a valorar y amar porque es con ellos que crecemos y hacemos un mundo nuevo. Dios ha comenzado y nosotros debemos unirnos a la causa del bien, del amor. Convirtámonos, que sea otra nuestra actitud y que volvamos al amor que tenemos en el corazón.
Estamos en el segundo domingo del Adviento, el Evangelio nos presenta a Juan el Bautista en un contexto real, histórico.
Dios tiene su tiempo, su momento y elije a las personas para la misión. En cualquier lugar del mundo y en cualquier momento Dios nos sorprende con su Palabra.
Dios hace creíble su promesa, Dios muestra su fidelidad y amor con el pueblo. (cfr. Lc. 3, 1-6) Y Juan Bautista nos invita a una preparación inmediata ante la llegada del Señor. Todos estamos siendo invitados a ver la salvación de Dios. Es por eso que nos urge entonces hacer rectos los caminos. Es urgente que enderecemos las realidades que se han torcido por nuestras actitudes y comportamientos. Enderezar la vida, los sentimientos, el hogar. Tantas cosas por cambiar, tantas cosas por componer. Y ha llegado el tiempo. Ánimo que el proceso comience ahora, ya, en este momento y este lugar.
Y quiero unirme a la oración que hace Pablo por los filipenses: “Que su amor siga creciendo más y más y se traduzca en un mayor conocimiento y sensibilidad espiritual. Así podrán escoger siempre lo mejor y llegarán limpios e irreprochables al día de la venida de Cristo, llenos de frutos de la justicia, que nos viene de Cristo Jesús para gloria y alabanza de Dios” (Flp 1, 8-11)
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd
Fuente: http://ow.ly/L9AS30mUJBq