PARA ESTA SEMANA ENERO 17 DE 2021
“Hemos encontrado al Mesías”
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo que lleva los mejores deseos de paz y bien en el Señor Jesús, el Mesías enviado por Dios, dispuesto a todo por nuestra salvación.
Jesús está en las manos de Dios, el Pastor que cuida y ama a los corderos. Jesús es el Hijo amado en quien el Padre se complace y que ha venido al mundo a iluminar nuestras tinieblas; Jesucristo es camino, verdad y vida. Y en Él viene la fuerza de la eternidad. Pan vivo bajado del cielo, Pan de vida eterna, resurrección y vida.
Juan Bautista, en el Evangelio de este segundo domingo del tiempo Ordinario (Jn. 1, 35-42) presenta a Jesús como “el cordero de Dios”. Jesús es manso, humilde; ha venido en nombre de Dios y se hace Palabra, Pan, alimento. Jesús es ofrenda de Dios para el mundo, signo de un amor eterno e inicio de una nueva alianza.
Jesús lo es todo y así lo presenta Juan el Bautista.
Dos discípulos de Juan Bautista: Andrés y Juan, sienten curiosidad y lo siguen. Ellos quieren estar más cerca de Jesús, conocerlo de una forma más íntima; quieren estar con Aquel en quien todo lo que Juan Bautista realizó llega a su plenitud.
Jesús les pregunta, nos pregunta. ¿Qué buscan?, ¿Qué buscamos? Un llamado a la claridad en la fe. Y la respuesta que debe nacer del corazón es: queremos saber todo, queremos estar contigo, permanecer contigo. Esa debe ser la respuesta que damos cada vez que Jesús nos pregunta sobre lo que queremos. Para conocer a Jesús, su querer, debemos ponernos en contacto directo con Él, vivir con Él.
Caminar detrás, seguirlo con el único interés de conocerlo.
Los dos discípulos de Juan el Bautista pasaron un resto de tarde y noche de enseñanzas; Jesús se les presenta como el Mesías y ellos lo han creído. Al regresar a casa los discípulos no pueden quedarse con la noticia, ellos salen a predicar, a “antojar” de Jesús a los más cercanos. Andrés encuentra a Simón y le anuncia que ha encontrado al Mesías. Un encuentro que lleva a encontrar a otros para que se encuentren con Jesús. Nosotros necesitamos quien nos presente a Jesús, alguien que abra los ojos a los demás con respecto a Jesús, que facilite el encuentro. Y eso se logra desde una predicación serena, sincera y un ejemplo de vida que sea capaz de mover a la generosidad.
Ellos saben que han encontrado al Mesías esperado. Conducir personas a Jesús, hacer que lleguen hasta donde Él, se convierte en el gran compromiso de los discípulos, en nuestro compromiso. El encuentro con Jesús nos cambia, nos da un ser nuevo, un nombre nuevo. Así se escribe la historia del cristianismo. Dios que en amor sale a encontrarnos para rescatarnos, nosotros que salimos a encontrarlo y juntos hacemos que el Reino sea una realidad.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Fuente: http://ow.ly/yNJb50D4tDR
