PARA ESTA SEMANA ENERO 2 DE 2021
Epifanía del Señor.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. MI saludo cordial. Un feliz año para todos. Dios los bendiga y acompañe.
La Buena Noticia del nacimiento de Jesús ya no es un secreto, unos sabios de Oriente quieren encontrarlo y además hacen una profesión de fe.
Jesús es el Rey de los Judíos.
Han visto una estrella, la que les ha de guiar hasta el lugar del nacimiento. Jesús es luz y ha venido a iluminar nuestras tinieblas y a mostrarnos el camino del encuentro; es en Jesús que encontramos al Padre de todos.
Frente al misterio del amor de Dios manifestado en Jesús, ante la grandeza del Hijo de Dios que sabe abajarse y asume nuestra condición humana; ante un misterio tan sublime, se descubre que no hay grandeza ni sabiduría humana que supere la capacidad que tiene el Padre Dios de seguir creando mecanismos para nuestra salvación para acercarnos a la fuente y manantial mismo del amor.
Ante todo esto nos queda también a nosotros ponernos de rodillas, adorar al pequeño que es grande, al hombre que es Dios, al pobre que es rico, al que se llena de humanidad para redimir lo divino de cada uno: de rodillas siempre ante el amor sublime de Dios, de rodillas y ofreciendo la vida, lo que somos y tenemos. Nuestra grandeza y nuestra fragilidad.
La misión
Y en el texto de hoy, en la manifestación del Señor, en la revelación de que Él se hace, a través de estos sabios de Oriente, sigue también una confesión de fe que nos va presentando a Jesús y su misión: Para el rey Herodes era importante saber dónde nacería el Mesías; y para los sumos sacerdotes, basados en la escritura, el que era el Mesías para Herodes era también el gobernante y pastor del pueblo.
Aunque el mundo rechace, por envidias, por celos de poder o por ambiciones a su Hijo, el proyecto a seguir; Dios nos cuida y va colocando personas que nos ayuden a entender todo lo bueno que Dios quiere para nosotros. Es bueno aprender a no regresar por el camino que nos puede llevar al mal; debemos renunciar a todo aquello que sabemos puede hacer daño a los demás. Es bueno aprender a guardar las cosas en el corazón, asumirlas con fe y crecer al lado de Jesús que nos trae la paz y salvación.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González
Fuente: http://ow.ly/KDgs50Fe8gz
Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd