CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

Para esta semana febrero 13 de 2022

Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo, mi saludo con los mejores deseos de paz y bien en el Señor. Que la semana que comenzamos venga cargada de bendiciones y que el deseo de ser parte del proyecto del Reino de Dios sea el anhelo que llene el corazón y así estemos más comprometidos con la causa de Jesús que son, principalmente, los marginados sociales y religiosos.

Jesús ha recorrido varias poblaciones, se ha acercado a muchas personas y ha experimentado muy de cerca el dolor, la marginación, la pobreza.

Él ha sentido compasión por la multitud hambrienta de Palabra de Dios y de pan, ha visto cómo obra la fe de la gente humilde y sencilla que se acerca a Él entendiendo que solo en Dios sus vidas pueden descansar y de Él tomar las fuerzas para salir adelante. Y creen en Dios y le creen a Jesús.

Pero también Jesús ha constatado el desprecio que muchas personas sienten por los enfermos, los pobres y de manera especial por los pecadores. Y el pueblo está dividido, las normas se han vuelto cargas insoportables para muchos, los pobres aumentan, los enfermos están abandonados; ya no se trabaja por la paz y la justicia… Y los culpables han ido apareciendo a lo largo del Evangelio: algunos de los líderes religiosos, muchos de los fariseos y saduceos; los gobernantes y los funcionarios del Imperio Romano.

Y tantos indiferentes que no saben de compasión ni amor ni de perdón.

Y mientras que muchos de los más sencillos, pobres y marginados aceptan la Palabra de Dios y se comprometen a vivir las exigencias del Reino, otros tantos comienzan una carrera de desprestigio hacia Jesús y sus discípulos. Unos se abren al Reino, otros se cierran y además lo hacen con obstinación. Jesús nos hace entender que todos debemos comprometernos con los que no cuentan o que sufren por causa de la injusticia y del pecado. Y el cambio comienza con una verdadera conversión de corazón que lleve al desprendimiento de todo aquello que sirve para construir un mundo mejor. Y sigue en el proceso el que aceptemos a los demás y con amor les ayudemos a crecer y a recuperar la dignidad que todos tenemos como Hijos de Dios.

Estamos llamados a ser bienaventurados, felices, a trabajar por la causa del reino y a ser pobres en cuanto nos abrimos al proyecto de Dios y nos comprometemos con los demás. Trabajemos por el Reino, anunciemos a Jesús como salvador y restaurador del ser humano y que esperemos siempre de Dios la recompensa.

Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.

Fuente: http://ow.ly/KDgs50Fe8gz

Para esta semana febrero 13 de 2022

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