CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

PARA ESTA SEMANA FEBRERO 17 DE 2019

PARA ESTA SEMANA FEBRERO 17 DE 2019

Hay que volver al corazón.

Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Dios los colme de bendiciones y a todos nos regale la gracia de vivir en la paz y amor que a través del Espíritu Él nos ha regalado. Amar desde su amor y dar lo mejor de lo que Él nos regaló hace que la vida se viva a plenitud y entrega; que el amor llegue hasta el fin y que la generosidad no conozca límites. Seamos felices y bienaventurados como Jesús nos invita a serlo.

En el texto del Evangelio propuesto para este sexto domingo del tiempo ordinario (Lc.6, 17, 20-26) Jesús es muy consciente de la realidad que vive la gente, de los problemas de la humanidad; Jesús ya sabe de las injusticias y de las cosas buenas o malas que se anidan en el corazón del hombre. Él las ha vivido. Jesús constata que hay una humanidad que está lejos del proyecto de Dios en la creación. Jesucristo se ha encontrado con el egoísmo, la mentira, el engaño, la ambición, el resentimiento y el odio. Jesús ha constatado que para aquello que Dios había creado el hombre y por lo cual había escogido una nación para sí ya se había perdido el horizonte, pareciera, por la manera de vivir, que la gente desconoce el proyecto de Dios y aquello de que fuimos creados para amar.

Para el Señor era claro que había que volver al corazón, había que hacer todo lo posible para devolver la dignidad a las personas.

Había que invitar a todos al amor, a la justicia, a la misericordia y a la compasión. A Jesús le duele el pueblo, su gente. No todo está perdido; el mundo está invitado a la conversión, a abrirle el corazón a Dios y a los demás. Dios nos invita por medio de su Hijo, a la esperanza, a la lucha por ideales que humanicen y liberen a las personas de la opresión.

Jesús quiere volvernos a la esperanza, nos hace la invitación muy directa a que perseveremos en el bien. No estamos solos. Dios nos ama, está con nosotros. Jesús está con nosotros y ha venido a consolarnos, a darnos el Reino. El Señor es nuestro tesoro, nuestro consuelo y fortaleza. Solo será en el Hijo que encontraremos la paz; solo será desde el Hijo que nuestra lucha por la justicia y la verdad tendrán sentido. A los pobres, a los que sufren y lloran, a los perseguidos y marginados el mundo le pertenece. El mundo es, desde la experiencia del amor, para quienes nunca lo han tenido; el consuelo es para los que lloran, para los afligidos; la victoria será para los que perseveran. Dios está con nosotros, el Reino ha llegado. Jesús está aquí. Jesús cambia la perspectiva, llena de alegría la tristeza y de esperanza el sufrimiento.

Busquemos juntos los bienes del cielo, que la felicidad sea para todos.

Dios nos ama y dejemos que la recompensa por las buenas obras, la gloria, el abrazo, la gratitud vengan de Él. Hagamos las cosas no para que los demás nos abracen o feliciten, hagámoslas porque amamos y porque en Dios somos eternamente amados.

La verdadera felicidad está en Dios, felices los que ponen en Él su confianza y esperanza, los que se dejan ayudar, que saben esperar.

Con mi bendición:

P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.

PARA ESTA SEMANA FEBRERO 17 DE 2019

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Fuente: http://ow.ly/2jNF30nJg7t

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