CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

Para esta semana febrero 27 de 2022

Revisemos las obras, las palabras, las miradas y tomemos decisiones.

Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Una semana de bendiciones; Dios nos llene siempre de sabiduría, nos regale el discernimiento y nos conceda un corazón compasivo y misericordioso como el suyo.

El Evangelio de este octavo domingo del tiempo ordinario (Lc. 6, 39-45) nos invita a reconocer las propias limitaciones y a que demos los frutos sanos que debemos dar.

La realidad es que somos buen terreno en el que la semilla puede germinar y dar frutos del 100 por ciento; que somos capaces de hacer crecer o multiplicar los talentos y dones que el Señor nos ha encomendado; que la cosecha que debemos dar es abundante y sana porque en el corazón Dios habita y está deseoso de ser manifestado en nuestras palabras y obras. Somos la obra amada de Dios, su gloria y debemos ser por tanto el reflejo de su Santidad.

Muchos de nosotros seguramente hemos fallado; en ocasiones no ha faltado el pecado. Sabemos que debemos corregir muchas cosas que nos impiden ser limpios de corazón; esas cosas que reflejan que tenemos el corazón que necesita llenarse de Dios, de su amor para poder entonces tener las fuerzas necesarias para ser amor en el mundo, para que las obras sea expresión del gran tesoro del amor que llevamos dentro.

La gente saca de su corazón lo que tiene

Unos mucho amor y deseos de servir, de darse y otros la maldad y con ella la envidia, los resentimientos, los odios y la capacidad de destruir la los demás. Por eso es bueno que hagamos un examen de las obras, de los comportamientos, palabras y también de todo aquello que los demás dicen de nosotros porque muchas veces los demás son los que viendo nuestras obras pueden leer el corazón. Dios no pierde la esperanza y nosotros debemos recapacitar. Tenemos a Dios; su amor está en nuestro corazón como el gran tesoro y fortaleza, dejemos que fluyan las cosas del amor, las cosas de Dios porque solo así podremos vencer el mal a fuerza de bien. Saquemos del corazón lo que no sirve, lo que hace daño.

Cuidemos el corazón, aprendamos a mirarnos; hagamos constantemente revisión de vida y dejemos el mal que nos hace daño.

Con mi bendición:

P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.

 

Para esta semana febrero 27 de 2022

Fuente: http://ow.ly/KDgs50Fe8gz

Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd

Para esta semana febrero 27 de 2022