Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Abrazos y bendiciones. Una semana en el amor de Dios para amarnos y desde Él amar a los demás.
Es verdad que Jesús ha venido a sanar a los enfermos, perdonar a los pecadores, ayudar a los necesitados, liberar al ser humano de todo lo que oprime, le hace infeliz pero también es verdad que en todo encuentro con Jesús hay restauración, liberación, sanación. Jesús perdona al pecador y lo llena de la gracia del amor para que anuncie el hecho de haber sido salvado.
En Jesús hay vida nueva, hombres nuevos valientes, llenos de Espíritu Santo, capaces del anuncio, de dar testimonio de la verdad.
Sanados, liberados, resucitados, alimentados para que fuertes den la vida. La vida se gasta amando, dando lo mejor de sí y llevando con paz las cargas de cada día. A nosotros nos hace dignos de Jesús la fuerza del amor, la valentía del testimonio y el asumir con madurez y amor la realidad que el día a día nos presenta.
La cruz con la que caminamos y en la que seguramente nuestros seres queridos vienen restaurados emana una fuerza que nos hace caminar con fidelidad hasta el final.
Dejar casa, padres, familia y hermanos para ganarlos después de un proceso de interiorización del misterio de Cristo y de su amor. El camino de Jesús es de abandono y de entrega. Caminemos fieles hasta el final y asumamos el precio del amor a los demás.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd
Fuente: https://parroquiacarmelitascucuta.com
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