Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo, reciban mi saludo con los mejores deseos de paz y bien para la semana que comenzamos.
Dios en su Hijo nos mira con amor compasivo y quiere seguir guiando nuestras vidas por los caminos de la paz.
En Jesús encontramos el descanso y el alivio y en sus Palabras el camino cierto para seguir adelante con la certeza de saber que quien nos ama nos cuida, nos sana y restaura nuestra existencia. Jesús, a pesar del cansancio, de la hora, si es de noche o de día, percibe lo que está pasando en nosotros, si estamos con hambre o sed, si tenemos agobios o tristezas y por eso no pierde la oportunidad para hacer efectivo, en hechos, el amor con el que nos ama. Siempre en Jesús habrá acogida, abrazos, amor de Padre.
En el Evangelio propuesto para este domingo 16 del Tiempo Ordinario (Mc.6, 30-34) nos encontramos con los discípulos que regresan de la misión a la que fueron enviados por Jesús y a la que llevaron no solo el deseo de predicar el Reino sino también la fuerza y el poder del Espíritu Santo para transformar vidas desde el perdón, la sanación y la liberación. Ellos, al regresar, están contentos, han podido realizar la tarea. Ellos han sido predicadores de paz y de alegría, anunciadores de la presencia de Dios en Jesús; han comenzado a preparar los caminos y los corazones para que Jesús llegue, sea conocido y amado en esos lugares y por la voz a voz de los que han aceptado la predicación de los apóstoles.
Han llegado cansados y Jesús los invita a un lugar solitario a descansar; quiere compartir con ellos lo sucedido en la misión.
Hoy Jesús también nos invita a nosotros a descansar, a estar con Él. Es importante saber tomar distancia, no permitir que la victoria nos opaque y nunca olvidar que tenemos de Dios lo más grande, lo más amoroso, lo mejor de la vida, para darlo, compartirlo con los demás. La gente tiene necesidad de discípulos, buscan a los apóstoles. La multitud sigue a Jesús y en Él a muchos de nosotros que hemos creído en el amor, para que por la Palabra y las obras les ayudemos a encontrar paz, quedar sanos y vivir la existencia con la alegría que viene de Dios. Tarea de la que no podemos desentendernos. Somos discípulos y debemos seguir preparando caminos, disponiendo corazones, sanando y perdonando. Debemos cumplir la misión que tenemos. Vinimos al mundo como buena noticia de Dios, como semilla de mostaza, como levadura. Somos luz y sal para el mundo. Y no hay horas. Que quien te busque siempre te encuentre y en ti pueda encontrar a Dios.
La decisión por los demás es muy importante y de manera especial cuando hay dolor, experiencia de abandono, tristeza. Que los demás nos duelan en lo más profundo para que nos compadezcamos. Acojamos y hagamos desde Dios todo para llevar un mensaje de esperanza a las personas.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
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7. Oración para antes de leer la biblia
8. Oración para antes de un viaje
9. Oración por los padres difuntos
11. Nueve domingos al divino niño Jesús
16. Oración antes de la confesión
18. Oración para antes de tomar una decisión
19. Ave María en varios idiomas
20. Coronilla de la divina misericordia
Fuente: P. Jaime Palacio
Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd.