CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

PARA ESTA SEMANA JULIO 7 DE 2019

PARA ESTA SEMANA JULIO 7 DE 2019

Estamos para sembrar y recoger.

Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo con los mejores deseos de paz y bien. Dios colme esta semana de bendiciones y nos regale la fuerza para prepararle los caminos a Jesús en casa, en el trabajo y entre mis amigos. Que mi propuesta esté llena de paz y que sea yo capaz de alegrar los corazones de tantas personas que necesitan de Dios.

El grupo de discípulos es grande y ahora el Señor ha designado otros 72 para que vayan a los lugares que Él debe visitar.

Que lleguen primero, que dispongan todo, que anuncien que llega el Reino y que prediquen el Evangelio, acompañando la predicación de paz, de sanación, de liberación. El Evangelio es vida y es alegría. Quien vive el Evangelio eso debe contagiar y además debe llevar una vida sencilla, de pocas cosas tan pocas que sea capaz de descubrir que lo único que tiene es a Dios.

Como aquellos setenta y dos, alguna manera, nosotros también, como bautizados estamos siendo enviados para que le preparemos los caminos al Señor. La gente busca al Señor, el mundo necesita de Jesús y nuestra tarea es disponer corazones, enamorar de Él, liberar y ayudar a que los frutos que produce el encuentro con el Señor sean abundantes.

Los discípulos están siendo enviados, por Jesús, a recoger los frutos de la cosecha y a sembrar la semilla del Reino para que nunca falten los frutos que producen la Palabra de Dios y el Evangelio. Jesús ha sembrado y la cosecha es grande. Alguien debe recoger, alguien debe estar para que no se pierda, alguno ha de congregar. Pero debe ser alguien de Dios, enviado por Dios, de la misma manera que hoy están siendo enviados los 72 discípulos (cfr. Lc. 10, 1-12. 17-20).

Y ¿a qué irá después el Señor?

Va a instaurar el Reino de Dios; a que Dios llegue a cada corazón, que nadie se quede fuera de la experiencia de sentirse amado, sanado y sobre todo encontrado por el Padre Dios del que nos habíamos escondido hacía mucho tiempo. Escondido en tanta norma, tantas tradiciones y preceptos. Dios salió para mostrarnos su rostro que es el de su Hijo, el rostro del amor.

La tarea o misión que nos ha encomendado Jesús requiere de nuestra parte no solo disponibilidad sino también abandono, confianza en la Providencia. Es importante no distraerse por el camino, urge recoge y sembrar. Urge preparar corazones para Dios. Los caminos se irán abriendo.

De nuestra riqueza siempre demos paz, seamos agradecidos con quien nos acoge, curemos a los enfermos y sigamos inscribiendo nuestro nombre en el cielo. Trabajemos por el cielo, por la eternidad, por Dios mismo. El viaje de la vida es largo y el equipaje debe ser muy ligero. Estamos para llenar al mundo de Evangelio, estamos para sembrar y para recoger. Estamos al servicio de quien es el amor que redime al mundo. Andemos con plena libertad, no seamos invasores; Jesús es una propuesta, una manera de ser, es el amor, pero esto es para quien quiere recibirlo.

Con mi bendición:

Jaime Alberto Palacio González, ocd.

PARA ESTA SEMANA JULIO 7 DE 2019

Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd

Fuente: http://ow.ly/NGA650uUUOC

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