PARA ESTA SEMANA JUNIO 17 DE 2018
El Reino contiene en sí fuerza, sabiduría…
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de todas partes del mundo. Mi saludo con los mejores deseos para que esta semana venga plena de bendiciones; que acojamos la Palabra de Dios en el corazón y que estos días las buenas obras resplandezcan para el bien de todos los que encontraremos.
El Reino de los cielos es para todos; Jesús tiene mucho que darnos; el Reino de los cielos llena de esperanza nuestra vida y hace posible que quien lo recibe en su corazón y lo hace vida fructifique. El Reino de Dios sabe esperar. Dios sabe de los peligros que nos asechan, de las realidades adversas que podemos vivir; pero Dios confía en la capacidad de discernimiento que tenemos y en la fuerza con la que podemos resistir el mal.
Las cosas de Dios tienen su ritmo, su tiempo. Él siembra en nuestro corazón y espera; las cosas de Dios se dan en la cotidianidad de la existencia, en el día y en la noche; el Reino de Dios está llamado a crecer, a lo mejor nosotros no entendamos cómo será, pero lo cierto es que la Palabra de Dios germina; el Reino hace crecer la masa, el Reino nos acoge en su gran bondad.
Dejémonos tocar por Dios; dejemos que la semilla sea sembrada en el corazón; tengamos un poco más de docilidad a la Palabra y permitamos al amor de Dios llenar cada espacio del corazón. Si nos mantenemos en Él, venga lo que venga, suframos amenazas; hayan tormentas y grandes tentaciones, podremos resistir porque la semilla sembrada contiene en sí la fuerza de Dios y puede resistir con nuestra perseverancia y amor cualquier adversidad. Así los frutos serán abundantes, Dios encontrará nuestra vida llena de buenas obras.
El Reino contiene en sí fuerza, sabiduría, serenidad. El Reino contiene a Dios; el proyecto del Reino, que es el mismo Jesús, en quien todo lo encontramos, tiene la capacidad de llenar de buenas obras y de buenos frutos el mundo. El Reino crece en nosotros, nos habita, está en capacidad de acoger y dar sombra. El Reino es lo mejor que nos puede pasar porque es Dios aconteciendo en la propia vida de quien se abre en amor a su creador y se vincula al proyecto donando la vida, lo que somos.
Los invito a acoger la Palabra de Dios, a Jesús en nuestro terreno, la propia vida, para que sea Él quien nos vaya configurando, transformando en imagen suya y nos haga capaces de frutos de amor. Acojamos la Palabra, la semilla, a Jesús y Él se encargará por sí de que el fruto aparezca.
Frente al Reino hay que confiar, saber esperar. Abandonarse y saber que Dios obra da mucha paz al corazón y refresca las acciones buenas que hacemos.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
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