PARA ESTA SEMANA JUNIO 2 DE 2019
¡Dios nos ha cumplido!
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Un abrazo cargado de bendiciones y los mejores deseos para la semana que comenzamos. Dios nos ayude a seguir trabajando con fidelidad en la construcción de un mundo nuevo en el que guiados por el Espíritu Santo demos lo mejor para el beneficio de los demás.
En este domingo de la Ascensión podemos decir que ¡Dios nos ha cumplido!, ahora nosotros debemos cumplirle a Él. La misión ha sido llevada adelante a pesar de tantas adversidades y persecuciones; ha sido desarrollada con amor, con pasión, sin miedos, pero sobre todo con claridad. Jesús nos ha acercado al Padre, nos ha llevado de la mano para que nos encontremos con el Dios de amor que es.
Jesús vino a reconciliarnos y también nos ha sanado y liberado de tantas realidades en las que estábamos encadenados. Jesús anunció un reino nuevo fundado en la justicia y en la verdad y sobre todo nos ha involucrado de manera directa cuando nos llamó, nos eligió, para que vayamos a predicar el Evangelio, a invitar a la conversión y a comenzar a trabajar por la justicia y por la paz.
Jesús nos habló de la dignidad de Dios que se acerca para redimirnos.
A nuestro Padre le importamos y por eso sale a nuestro encuentro, camina con nosotros y atraviesa ciudades para que, en medio de tanto dolor, de tanta injusticia, de tanto desprecio hacia el pobre o el pecador, tengamos una mano amiga que nos sostiene y un corazón en el que podemos vivir sin otra condición que la del amor.
Para Jesús ha llegado el momento de regresar al Padre, ha llegado el momento de seguir cumpliendo las promesas de Dios. Con su partida no nos dejará solos, el Padre nos enviará el Espíritu de la verdad; el Espíritu que acompañó, animó y fortaleció la vida de Jesús. Ahora somos nosotros los responsables de que el bien siga, de que la humanidad entienda que hay otra manera de vivir y que se funda en el hecho que nos amemos y que nos pongamos al servicio de los más débiles. Jesús se despide de los discípulos. Es importante que Él regrese al Padre. Mucho queda por decir, por hacer; pero para eso estamos nosotros, que llenos de su Espíritu podemos salir, tocar y cambiar el corazón de tantas personas.
Como Jesús, invitemos al arrepentimiento
Vivamos coherentemente, mostremos el verdadero rostro de Dios tan perdido en medio de las normas, leyes y preceptos. Entendamos que el mayor testimonio que podemos dar es el del amor que se acompaña con misericordia. Jesús se ha ido, es verdad, pero no ha sido para abandonarnos. Recordemos que Él nos sigue acompañando por medio de su Espíritu que es el da la vida, la fuerza y la esperanza para descubrir que en la tormenta Él está ahí: para sentir que en la soledad Él nos abraza y que en el amor está para acompañarnos en la alegría de la vida.
Nosotros dando lo mejor continuamos el proyecto del reino que es el camino al cielo, hacemos de la lejanía de Jesús cercanía y hacemos del cielo la morada en la tierra. Él se ha ido al Padre, pero sigue aquí presente. Nosotros le esperamos, pero no porque nos haya dejado solos sino para que Él, con su Espíritu Santo, sigan siendo en cada uno el regalo más grande que Dios nos da para nuestra felicidad.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd
Fuente: http://ow.ly/MgjA50uuz9X