PARA ESTA SEMANA MAYO 19 DE 2019
Nacimos para amar, que podemos amar y que debemos gastar el amor.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo con los mejores deseos de paz y bien en el Señor Jesús que en el amor se ha hecho uno de nosotros, ha compartido nuestra condición humana y nos ha regalado la salvación que el Padre Dios tanto ha querido para cada uno. Dice el mismo Jesús que Él no vino para condenar al mundo sino para que el mundo por medio de Él se salve.
Jesús nos ha amado hasta el extremo, hasta más allá de lo necesario. Ha entregado su vida por nuestra salvación, se ha hecho víctima para que ninguno sea condenado, ha lavado los pies para que todos sepamos que somos dignos. Dios se abaja para levantarnos, se hace pequeño para hacernos grandes, se hace humanidad para que nos encontremos con la propia divinidad. Su amor es sin límites y lleno de fidelidad. Es un amor que se entrega, que se gasta, que sabe llegar hasta el final para que a nosotros nada nos falte y para que vivamos en la certeza de un amor que es para siempre en el cielo y en la tierra. Así, de esa manera, Jesús nos está invitando a amar.
Sabemos que el mandamiento de Jesús es que nos amemos los unos a los otros como Él nos ha amado.
Amémonos mutuamente, demos muestra al mundo que somos cristianos, que nos amamos. Que podemos cargar al débil, proteger al indefenso, abrir espacios de encuentro y de salvación a los marginados. Dios hace posible el amor, nosotros ahora debemos hacerlo creíble.
Amar a la manera de Jesús. Amar siendo capaces de abajarnos, trabajando en humildad por los demás. Amando siendo capaces de lavarle los pies a los amigos, de ponerse al servicio de ellos. Amar abrazando al pecador, dando fuerza al débil, acercándose y tocando al enfermo.
Amar al estilo de Jesús es también acoger, tener entrañas de misericordia frente al pecador y al más débil.
Es acoger a los niños, dar de comer a la multitud. Amar como Jesús es predicar la Palabra, enamorar del Padre, mostrar al Padre. Amar es construir comunidad sabiendo que, aunque venga la traición o el desengaño el proyecto no se termina.
Se puede amar, aunque en muchos momentos tengamos que perder. Hacer lo que Jesús hace conmigo, todos valen, todos son importantes. En el amar a los demás, al prójimo, voy encontrando mi propio amor y entiendo el por qué el alma enamorada no cansa ni se cansa (San Juan de la Cruz). Y cuando el amor llega a su culmen, entonces también soy capaz de decir aquello de san Pablo que el amor lo disculpa todo, todo lo cree y todo lo espera.
El culmen del amor es llenar la vida de posibilidades, es estar llegando para volver a comenzar. Amar como Jesús nos amó es caminar en silencio ante los ataques y las críticas, detenerse frente al que nos necesita, liberar el que está atado y entender que nacimos para amar, que podemos amar y que debemos gastar el amor que es el mayor regalo que con nosotros Dios envió a la humanidad.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd
Fuente: http://ow.ly/Praz50ui4sw