PARA ESTA SEMANA MAYO 27 DE 2018
La Santísima Trinidad.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo con los mejores deseos de paz y bien en el Señor que en su amor va teniendo detalles que llenan la vida de posibilidades, en su amor nos elige, nos santifica y pone personas que en medio de tantas cosas se convierten en buena noticia para nuestra salvación como lo ha hecho con su Hijo y luego con el Espíritu Santo que se nos dio para nuestra santificación.
Dios se ha revelado de manera especial cuando se escoge un pueblo con el que proyectó una historia dinámica de salvación; un pueblo que unido a Él en el amor y en la fidelidad hiciera todo por conquistarse el corazón religioso de los demás pueblos y culturas. Dios se mostró con su pueblo como un Dios fiel misericordioso, lento a la cólera, rico en el amor.
El proyecto de Dios desde siempre ha sido de amor en que le apuesta a la convivencia pacífica, a la justicia y la paz; al respeto de la dignidad humana.
Dios, con su pueblo, quiere ganarse el lugar que le corresponde como Señor de todo lo creado. El Señor es fiel y desde que elige a su pueblo lucha por Él; elige personas que lideren al pueblo y lo lleven a una vida de fidelidad, de justicia y de bondad. Los mandamientos son la expresión escrita del “querer” de Dios sobre el pueblo; expresión del intimo anhelo que Él tiene con la humanidad y principio que rige la vida y los destinos de un pueblo que comienza a diferenciarse de los demás pueblos por el estilo de vida que llevan.”
Sentirse elegido por Dios, sentirse amado y parte de un proyecto de salvación de amor, nos hace cantar con el salmista (Sal. 33 (32)) “Dichoso el pueblo que conoce al verdadero Dios” Es un canto agradecido que muestra todo lo que el Señor hace por su pueblo, por quienes elige y ama: es misericordioso, ama la justicia y el derecho; es Dios creador que mira desde el cielo y que pone sus ojos en los que le temen para librarlos de la muerte, para salvarlos. Este salmo es de gratitud, de alabanza, de esperanza porque sea lo que sea, suceda lo que suceda, venga lo que venga: “nosotros esperamos en el Señor: Él es nuestro auxilio y escudo”
El mismo Dios que se ha elegido un pueblo y que luego ha renovado su alianza en los que han creído y esperado en su Hijo, nos ha enviado su Espíritu Santo para que conduzca nuestras vidas.
Dios nos ha elegido y nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos y además nos ha llenado de su presencia, amor y fuerza al regalarnos el Espíritu Santo que clama en cada uno “Padre”. Espíritu que es vinculo de unidad, de cercanía. Espíritu que hace de la tierra un cielo de del cielo una meta hacia la cual caminamos.
Los invito a volver. Jesús nos espera para que como pueblo elegido y amado, vayamos y demos frutos. Es una nueva alianza en la que ya Dios Padre junto con su Hijo y el Espíritu, quieren continuar el proyecto de salvación, del Reino, que tantas veces se hace lento por el pecado y la falta de compromiso y de fidelidad de nosotros los discípulos.
Volvamos al amor; volvamos a la riqueza que llevamos dentro y vayamos a hacer discípulos, prediquemos la Palabra y amémonos los unos a los otros.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd
Fuente: http://ow.ly/DQgI30moXje