“No tengan miedo”.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo con los mejores deseos de paz y bien. Una semana para vivirla en la esperanza de poder dar lo mejor, en la alegría que Dios nos da y en el respeto a los demás.
Muchas veces a nosotros mismos nos hemos dicho: que en la vida las cosas son pasajeras, que deberíamos preocuparnos por lo que realmente perdura, de manera especial en los corazones de los demás: el amor y la paz.
En un contexto general de las enseñanzas de los evangelios podríamos decir que una vida marcada por la sencillez, la humildad y la capacidad de acoger con respecto y dignidad a las personas que encontramos está la grandeza del ser humano que teniendo a Jesús en el corazón se entrega.
Nunca olvidemos lo que nos dice el profeta Malaquías (3, 19-20) que los orgullosos y malhechores son paja que será consumida el día que está llegando el Señor.
Terminando ya este tiempo ordinario y preparando la fiesta de Cristo Rey del Universo, la liturgia de este domingo nos invita a permanecer en fidelidad sobre todo a la hora de dar testimonio de la verdad. Jesús es la verdad. Los momentos difíciles son una gran oportunidad de dar testimonio de Jesús. Será el Señor nuestra defensa y nuestra Palabra. Jesús no nos dejará solos en los momentos complicados, de persecución o de sufrimiento: Él nos dará su Espíritu que se hace Palabra en nuestra palabra y defensor que nos brinda seguridad en el obrar.
Seguir adelante y perseverando sin miedo son claves fundamentales para llegar con la cabeza en alto al día final.
Hay también otra invitación en este domingo 32 y que nos dispone desde ahora para las fiestas que se aproximan, la encontramos en la oración colecta: Vivir siempre alegres en el servicio al Señor porque ahí está el gozo pleno y verdadero. Esta Alegría es un don de Dios que recibimos junto con el Espíritu Santo. Ese estar siempre alegres en el Señor que escribía san Pablo (Flp. 4, 4), seguir adelante en la fe con la certeza cierta que Jesús está con nosotros, que todo lo que ocurre nos lleva al bien y que en el plan de Dios todo lo que se haga por fidelidad y en entrega está dentro del proyecto salvador. No es tiempo de pedir que se aparte el cáliz sino de reafirmar como Jesús: “para esta hora he llegado” Jn. 12, 27-43.
Todos tendremos un final que será el comienzo; todos seremos presentados por Jesús al Padre.
mportante vivir la vida en esta perspectiva: la del encuentro y comenzar desde ahora a trabajar en el tema de la fidelidad al Señor, en la escucha de la Palabra y en la certeza de saber que somos salvos para salvar a la humanidad.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Fuente: https://parroquiacarmelitascucuta.com
Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd