De todos tenemos algo bueno para aprender
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo, reciban mi cordial saludo que lleva los mejores deseos de paz y bien para la semana que comenzamos. Semana en la que estamos siendo invitados por el Señor a ponernos al servicio de los demás y al trato con dignidad de las personas que vamos encontrando por el camino de la vida.
En Jesús todos somos hijos de Dios y por lo tanto hermanos llamados a la vida auténtica en la que podamos dar lo que pedimos y poner en práctica lo que enseñamos, eso no significa entonces que no hagamos lo bueno que se nos enseña porque quien lo enseña no lo hace.
El reto está para nosotros que nacimos para llenar el mundo de amor y de anhelos de paz y de reconciliación.
El evangelio propuesto para este domingo 31 del Tiempo Ordinario (Mt.23, 1-12) nos habla de los escribas y fariseos que se han apoderado de tal manera de la Palabra de Dios, de sus enseñanzas, mandatos y preceptos, que han cerrados todas las puertas a la interpretación y han hecho de la religiosidad algo tan inflexible que tiende a romperse; de hecho existe ya una religiosidad que no convoca ni congrega, sino que dispersa y margina. “Ellos dicen pero no hacen” se convierte en una denuncia dolorosa de la cual nosotros deberíamos estar libres. El llamado a la verdad, a la coherencia, a la justicia debe ser escuchadas de tal manera que nosotros cambiemos la manera de relacionarnos con los demás, que nuestras obras nazcan de la experiencia del amor que se entrega y no del deseo de aparentar lo que no somos. Lo nuestro es la humildad.
Salir de nosotros hacia los demás, dejar de creerse el centro de todo. No podemos seguir actuando como narcisistas que se relacionan con los demás solo con el deseo egoísta de sobresalir y ser reconocidos. El camino propuesto por Jesús es de salida, de encuentro, de confrontación con las personas; es un camino de autenticidad y de coherencia. Salgamos del centro en el que nos hemos puesto por encima de mucha gente. Comencemos a construir una vida desde la acogida, la humildad y el servicio. Nunca dejemos de hacer el bien porque los demás son malos. La gente siempre tiene algo bueno que enseñarnos y nuestro deber es aprender y poner en práctica. Saber escuchar y dejarse aconsejar son partes de la sabiduría que nos lleva a ser buenos humanos.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
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3. 15 minutos en compañía de Jesús sacramentado
4. Oración de una mujer por la salud de su esposo
7. Oración para antes de leer la biblia
8. Oración para antes de un viaje
9. Oración por los padres difuntos
11. Nueve domingos al divino niño Jesús
16. Oración antes de la confesión
18. Oración para antes de tomar una decisión
19. Ave María en varios idiomas
20. Coronilla de la divina misericordia
Fuente: P. Jaime Palacio
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