PARA ESTA SEMANA SEPTIEMBRE 12 DE 2021
Que nuestras ideas sean las de Dios.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José. Del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo con los mejores deseos de paz y bien. Dios nos conceda una semana en los pensamientos de Dios alcancen a transformar los nuestros y así nuestras obras sean según el querer del Padre.
Para este domingo 23 del tiempo ordinario se nos propone el evangelio de san Marcos 8,27-35 y me parece interesante comenzar la reflexión preguntándonos qué tan diferentes son nuestras ideas a las de Dios. Preguntar qué es lo que realmente prima al momento de tomar decisiones, si el amor, la misericordia, la bondad, la ternura, la compasión, la santidad, o sencillamente el egoísmo, lo que yo creo que es sin importarme, por encima de lo que puedan sentir los demás, las decisiones que tomo.
Jesús le pide a Pedro que se aparte porque sus argumentos frente a la pasión y muerte no van conforme a una opción de amor coherente y que está dispuesto a llegar hasta el final; el argumento de Pedro va dirigido a un cambio de planes que significa para Jesús no hacer la voluntad del Padre.
El hecho fue que Pedro, con lo que dijo al Señor, obró como un tentador, como alguien que quiere oponerse al proyecto de Dios y por eso debe ser alejado.
Para regresar al camino Pedro tiene que ponerse de nuevo en el lugar del discípulo, debe seguir detrás, caminando por dónde camina el maestro. Pedro debe ponerse a disposición del Padre, al servicio de la predicación, del evangelio, debe estar dispuesto a perder la vida, a cargar la cruz. No solo con reconocer que Jesús es el Señor, el Mesías, el Hijo de Dios basta, cuenta también y es muy importante, la capacidad de seguir, de ser como el maestro, de vivir por entero el plan de Dios que ha sido quien le ha revelado la verdad sobre Jesús.
Lo que la gente diga de Jesús es importante ya que se nota que van descubriendo en Jesús al Pastor, al Profeta Elías, al alguien que tiene palabra sobre Dios. Lo que los discípulos dicen de Jesús es también importante. Para ellos debe ser claro lo que Pedro confiesa y entender que su fe la han puesto en el Hijo de Dios, que pase lo que pase ellos deben seguir siempre adelante, creyendo en la presencia de Dios que ha venido a salvar al mundo por su Hijo amado. Ellos deben entender que, aunque Jesús pase por la pasión y por la muerte y luego por la resurrección Él es siempre el Mesías, el Hijo de Dios, el fiel cumplimiento de las promesas del Padre.
Procuremos que nuestras ideas sean siempre las de Dios. Dios, que piensa en nosotros, debe pensar a través de nosotros. Que nuestros pensamientos sean los de Dios. Pensando y obrando el bien; pensando en la redención de la humanidad y enviando a su Hijo. Así nosotros amantes, redentores, dando lo mejor. Gastando la vida por el Evangelio y siendo buena noticia para los demás.
Confesemos la fe, sigamos adelante con el proyecto del reino; aprendamos a llegar fuertes hasta el final ya que si llegamos a perder la vida la ganaremos. La eternidad nos pertenece.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Fuente: http://ow.ly/KDgs50Fe8gz
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