PARA ESTA SEMANA SEPTIEMBRE 22 DE 2019
Más que astutos, seamos responsables, buenos, dignos de confianza.
Mis querido amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo con los mejores deseos de paz y bien. Una semana para crecer en el buen servicio y en la entrega generosa a los demás. Una semana en la que estamos invitados a administrar con responsabilidad los tesoros, bienes y dones, que el Señor nos ha dado para el servicio de los demás.
Vivamos cada día con la conciencia que el presente, el instante se convierten en oportunidades.
Algún día nosotros seremos llamados a rendir cuentas al Señor. Y una cosa es lo que pensamos de nosotros mismos y otra muy distinta puede ser lo que piensen los otros. Y es que, por las obras, por las palabras, por esas cosas que nosotros solemos hacer buenas o malas, las personas se forman juicios sobre cada uno. ¿Qué dirán al Señor los demás de nosotros?, ¿de qué será que somos acusados ante el tribunal divino?, ¿qué estamos haciendo con esas cosas de Dios que llevamos en nuestro ser para el servicio de los demás?
Somos administradores, llevamos las cosas de Dios a los demás. Somos el rostro del Señor. Nacimos para el amor, estamos en capacidad de hacer siempre el bien.
Dios nos ha elegido para que le llevemos adelante el proyecto del Reino.
La responsabilidad de lo que pasa es y será siempre de cada uno.
El Señor escucha a los débiles, el Señor oye los ruegos de los oprimidos, de los marginados, de los que son víctimas de la injusticia. Dios sabe que Él es lo único y al único que los que nada cuentan tienen. El Señor es defensa y auxilio del pobre y del necesitado.
El tema del Evangelio (Lc. 16, 1-13) no es el de ser astutos sino responsables, no es el de ser tiranos sino la de ser administradores. Lo del Evangelio es servir, llevar a plenitud las cosas. Qué triste debe ser cuando se nos dice que con nosotros no se puede contar, que no somos personas de fiar. Qué triste que por irresponsables debamos salir del proyecto de Dios, por no haber hecho lo mínimo, lo que teníamos que hacer, podemos ser excluidos de todo un proyecto de salvación que el Señor tiene para su pueblo.
Seamos dignos de fiar.
Seamos dignos siempre y en cualquier circunstancia. Merezcamos la confianza, trabajemos para el cielo, seamos señores de los dones recibidos. Solo de Dios, todo para Dios. Que Dios sea todo en todos. Que la astucia que manejamos sea para hacer el bien y para que los demás disfruten nuestra existencia.
El engaño o la mentira no deben hacer parte de la vida de los que nos sabemos hijos de Dios. Así como nos duele ser engañados así también nuestro engaño a los demás duele, hace daño. No olvidemos que en cualquier momento lo que tenemos lo podemos perder, nos lo pueden quietar.
Trabajemos por la vida que eterna y por la felicidad de los pobres, de los tristes, de los marginados, de los que solo tienen a Dios para ser plenamente felices.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd
Fuente: http://ow.ly/sCSo50wl1gP